La comunidad Sikilta, está ubicada a unos 22 km al noroeste de la ciudad de Siuna, es la única comunidad indígena de la ciudad que conserva su cultura, tradición y cosmovisión.
Las costumbres indígenas son preservadas en esta comunidad, su gastronomía es una herencia milenaria, comer buña de yuca o guabul de banano es una verdadera exquisitez. El fogón y los guacales son herramientas fundamentales en la cocina mayagna sauni bas. La mayoría de platos típicos son servidos en guacales elaborados de jícaros y en hoja de platanillo y los dedos le ponen el sabor agregado a los tres tiempos de comida.
El imponente río Ullí es la principal fuente de agua para más de 1,000 familias del territorio Sauni Bas. Salimos de la ciudad de Siuna a las seis de la mañana, a las 8 nos encontrábamos en Sikilta. En el campamento participó un grupo de diferentes generaciones del diplomado en liderazgo y gerencia política de la universidad URACCAN, al llegar fuimos recibidos por autoridades comunales, los ancianos nos llevarían a compartir a uno de sus santuarios sagrados donde está la raíz de su cultura, de su identidad.
Iniciamos el sendero sobre el río Ullí y nos internábamos a un más en Bosawás, el cantar de los pájaros y el sonido armonioso del viento cuando rozaba las hojas de los árboles nos hacían parecer el paraíso. ¡Y al fin llegamos! y lo que habíamos visto era solo el inicio porque nos aproximábamos al santuario del pueblo Mayagna Sauni Bas donde se reunían los ditalyang, los líderes indígenas con poderes para invocar los espíritus del agua, el fuego, la tierra y el aire.
Al llegar al paraíso terrenal nos conquistó a todos, era una combinación de ficción y realidad, al llegar a las piedras marcadas entendimos que por miles de años estas tierras fueron habitadas por los ancestros mayagnas.
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El líder indígena, Dionisio Jarquín, detalló que este lugar es el espacio donde se reunían los sukias y los ditalyang. "Son los sanadores, los dirigentes ancestrales que toman decisiones en este centro sagrado, marcado por nuestros ancestros, estas son las piedras marcadas, nuestro santuario, nuestra raíz". mencionó lleno de orgullo.
El maestro del instituto de estudios para la autonomía de URACCAN, Luis Siles, destaca que este lugar merece ser preservado, protegido para que los turistas nacionales y extranjeros puedan conocer la cultura costeña. "No solo es el valor escénico sino el valor histórico y el respeto que tiene el pueblo Mayagna por este lugar sagrado".
El estudiante de la universidad URACCAN, Enrique Barreto, originario del río Coco, Waspam, menciona que el nombre ancestral de este lugar es kiulna, "piedras grabadas". "Este lugar ha sido preservado por millones de años por los pueblos originarios de la Costa Caribe es une verdadera experiencia de vida".
La vicerrectora de la universidad URACCAN argumentó que cuando vas al campo, vas a la comunidad, ahí está la verdadera universidad desde el compartir, el conocer. "Por eso es que vinculamos la universidad con la comunidad, por eso desde nuestro modelo de universidad comunitaria intercultural es de esa manera que hacemos nuestras estrategias de aprendizaje para la vida", la doctora invita a la población a visitar y preservar las tierras sagradas de la comunidad Sikilta.
Este es un verdadero destino turístico apto para familias nacionales y extranjeras, es una combinación de aventura, travesía, irrealismo, por el encanto majestuoso de los parajes naturales, los petroglifos, el imponente Ullí que con sus aguas cristalinas permiten encontrarte con uno mismo y al salir de las tierras sagradas eres una persona renovada, el territorio Sauni Bas, la comunidad Sikilta de Bosawás y su gente humilde de enorme corazón te esperan en esta Semana Santa.