La justicia costarricense sienta en el banquillo de los acusados a tres hombres por robar el almuerzo y otras pertenencias a un joven trabajador.
Un muchacho de 19 años, quien trabaja fuertemente en una de las tantas fincas bananeras de Matina para poder llevar el sustento a su joven esposa y a su recién nacida hija, el año pasado tuvo la mala fortuna de ser víctima de dos asaltos en una misma semana.
El caso es completamente insólito, pues los delincuentes en las dos oportunidades se le llevaron el almuerzo del peón, así como otros bienes que utilizaba para ganarse el pan de cada día y que eran propiedad de la compañía de la que apenas había recibido su segundo pago en ese momento.
La víctima, identificada como José Mariano Pérez Moreno, reconoció a los sospechosos ante las autoridades.
Los apellidos de los acusados son Cabrera Pérez, Olivares Cabrera y Chavarría Montiel, conocidos como "Chino", "Cheo" y "Canuto", respectivamente, sentenció La Teja.
Los hechos ocurrieron el 21 y 26 de octubre del año pasado, en la finca Aproveco, la cual está situada en Las Brisas de Zent, en el cantón de Matina – Costa Rica.
En la denuncia se señala que el 21 de octubre, Pérez trabajaba intensamente en el sector del cable 14, cuando de manera inesperada fue abordado por "Chino" y "Canuto", quienes con machete en mano se le tiraron encima de manera amenazadora.
El par de ladrones tiraron al joven trabajador contra el suelo quien tras la agresión quedó boca arriba y casi de manera inmediata le dieron vuelta y lo obligaron a poner los brazos hacia atrás para amarrarlo con mecates.
Tras dejar inmovilizado al joven el par de asaltantes decidieron llevarse el bolsito en el que estaba el almuerzo de Pérez Moreno y en el que tenía su pago guardado y un celular valorado en unos 20 mil colones.
Cinco días después de el hecho, el joven trabajador fue otra vez víctimas de los ladrones, pero esta vez eran "Chino" y "Cheo" que portando armas hechizas se acercaron donde Pérez estaba trabajando y este tras percatarse de los delincuentes trató de huir para evitar ser víctima de robo.
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En su intento por escapar del robo el par de maleantes le dijeron que no se corriera porque le iría peor y otra vez más lo dejaron sin su delicioso almuerzo.
Ya cansado de los delincuentes que al parecer lo habían agarrado de encargo, el joven peón fue a interponer la denuncia y ahora los ladronzuelos son procesados.
