Investigadores detectaron miniaturas de estómago, duodeno e intestino delgado ocultos entre las células de muestras de tumores pulmonares, informa Science Alert.
A pesar de que ya se sabía que ciertas masas de células cancerosas poseen genes distintos y adoptan diferentes tamaños y formas que sus análogas ubicadas en otra parte de un mismo tumor, este descubrimiento resulta sorprendente.
Un equipo de la Universidad de Duke (Carolina del Norte, EE.UU.) liderado por Purushothama Rao Tata averiguó que esas células habían perdido el gen NKX2-1, que actúa como interruptor maestro y voltea una red de genes para establecer el curso de una célula pulmonar.
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Sus hallazgos, publicados en Developmental Cell, subrayan la gran capacidad de recuperación y la plasticidad de las células cancerosas, cualidades que permitirían que los tumores desarrollen resistencia a los medicamentos, posiblemente el mayor desafío para el éxito de los tratamientos contra el cáncer.
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"Las células cancerosas harán lo que sea necesario para sobrevivir", como indica el hecho de que "tras un tratamiento con quimioterapia, las células del pulmón cierran algunos reguladores celulares clave y captan las características de otras células para ganar resistencia", detalla Tata.
"Los cáncer biológicos tienen un largo suspenso que las células cancerosas podrían cambiar de forma en la evasión de la quimioterapia y la aparición de la resistencia, pero no han sabido los tejidos subyacentes como plasticidad," dice Tata.
"Ahora que sabemos que se trata de estos tumores, podemos pensar ante las posibles vías en las que las celdas podrían tomar y diseñar los suelos para bloquearlos."
En el futuro, Tata planes para utilizar su minúsculo tumoroid system para explorar los mecanismos de resistencia a las células cancerígenas.