Chicago (EE.UU.), 6 abr (EFE).- Una de las personas muertas recientemente en el área de Chicago (EE.UU.), al parecer por el consumo de marihuana sintética, tenía veneno para ratas en su organismo, informó hoy la oficina del médico forense del condado de Cook.
La oficina no reveló detalles o la identidad de la víctima, pero la policía de la ciudad de Oak Lawn, ubicada en el área metropolitana de Chicago, informó que investiga la muerte el 28 de marzo de un hombre de 22 años que, según su familia, había fumado recientemente marihuana sintética.
El hombre fue encontrado muerto en un hotel y, según la autopsia revelada hoy, sufrió una hemorragia interna provocada por brodifacoum, que es un veneno para ratas.
La oficina del médico forense informó además que investiga una segunda muerte por hemorragia, pero las pruebas de toxicología no han sido completadas.
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Este tipo de veneno provoca sangrados severos en los humanos, que pueden ser fatales, o causar síntomas que duran meses, entre ellos hematomas y vómitos de sangre.
"El brodifacoum es un rodenticida altamente letal y no debe consumirse", advirtió en un comunicado el jefe médico forense del condado, Ponni Arunkumar.
Hasta el momento, las autoridades de Salud Pública de Illinois informaron sobre dos personas muertas y 89 internadas con severos casos de hemorragias en el área de Chicago y otras ciudades del estado, por el consumo de "cannabioides sintéticos", también conocido en inglés como "fake weed", "K" y "spice".
Las autoridades estatales advierten que esta droga sintética no es segura y debe ser evitada, porque su consumo hace que el cuerpo humano bloquee el uso natural de la vitamina K, que ayuda en el proceso de coagulación de la sangre.
"Como el sangrado puede poner en peligro la vida, es importante que las personas que experimenten una reacción a la droga sintética busquen atención médica de inmediato", alertó un comunicado.
Los cannabioides sintéticos no son una sola droga, sino una mezcla de cientos de productos químicos que actúan en las células receptoras del cerebro, como si fueran el mismo ingrediente adictivo de la marihuana.
La sustancia artificial se vende en la calle o en tiendas de abarrotes como líquido para vaporizadores, para ser inhalado en cigarrillos electrónicos o como incienso herbal.