La cistitis es la infección en la vejiga causada por bacterias que viven en el cuerpo, particularmente en la región del intestino. Entre sus principales síntomas, se encuentran la falsa sensación de que necesitas orinar constantemente, ardor al orinar, dolor en la región abdominal e incluso sangrado y fiebre.
A pesar de no ser considerada una enfermedad de transmisión sexual, la cistitis puede estar relacionada con el acto sexual. Un hábito simple para evitar ese problema, y que toda mujer debería adoptar, es orinar inmediatamente después de las relaciones sexuales.
Orinar después del acto sexual evita infecciones
Según la Dra. Mariana Maldonado, orinar después de haber tenido una relación sexual reduce los riesgos de cistitis por "lavar la uretra" desde dentro hacia afuera. De esta manera, se evita que pequeños posibles traumas causados en la región, por la fricción del sexo, sirvan de puerta de entrada para bacterias presentes en la piel, en la región de la vagina y del ano.
Los especialistas explican que, cuando se orina inmediatamente después de tener relaciones sexuales, la acidez de la orina evita que las bacterias alcancen la uretra y causen cistitis.
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Además de los microtraumas, las enfermedades de transmisión sexual (ETS), las enfermedades en la vejiga y la próstata, las piedras en los riñones, la diabetes sin tratamiento, la deshidratación y el mal hábito de aguantarse la orina son otros factores que pueden desencadenar infecciones urinarias.
Las infecciones son menos comunes entre hombres, ya que la uretra es más larga, lo que dificulta la proliferación de bacterias, pero también pueden adoptar el mismo procedimiento de orinar después de las relaciones sexuales para una mayor precaución.
