Con seriedad pero sin perder nunca el positivismo, el actor compartió con sus seguidores su lucha personal contra la COVID-19, una experiencia que será de esas que marcan de por vida.
Con una copa de vino en la mano y la mejor de sus sonrisas, el protagonista de la inolvidable Yo soy Betty, la fea, Jorge Enrique Abello, quiso hablar sin tapujos de cómo había batallado contra este virus desde las cuatro paredes de su habitación.
Fue duro descubrir que era una de esas millones de personas que lo habían contraído. "Sientes que tu cuerpo está luchando contra algo muy poderoso. Yo nunca había sentido eso y me confrontó mucho", explicó en esta charla tan amena con sus seguidores.
"Esto que tengo ha matado a un millón de personas. Está cobrando vidas todos los días y no sé cómo vaya a evolucionar, me puede hacer mucho daño", pensó durante este proceso. La pesadilla arrancaba en el mes de noviembre y su mensaje llegó en la recta final del contagio.
"Bajé 4 kilos porque sabía que mi cuerpo estaba combatiendo algo muy, muy fuerte", explicó con al comienzo de este video titulado 'Regresando de las tinieblas'. "Seguramente lo tenía que vivir para contárselo a ustedes", explicó sin borrar la sonrisa.
Su caso no fue extremo ni trajo consigo consecuencias de salud graves, pero aseguró sincero que "no es algo por lo cual me gustaría volver a pasar". "Hubo un momento en que tenía muchas ojeras, estaba muy pálido y muy débil", expresó a una de las fans con las que conversó.
Inmediatamente tuvo que ser aislado en su habitación tanto de su esposa como de familiares que le pasaban la comida en platos y cubertería de plástico, todo minuciosamente desinfectado.
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Supo que lo tenía al sentir cosas extrañas en su cuerpo que nunca antes había experimentado. "Lo primero que sentí fue un saborcito metálico en la saliva, ahí dije, 'Dios mío, algo ha de estar pasando'. Sentí un sabor extraño que nunca había tenido".
"Muchas veces pensamos que todo lo malo que nos puede pasar no trae beneficios en nuestras vidas, pero nos equivocamos con eso, a veces algo malo que nos pasa está evitando algo muy malo que nos iba a pasar. Esta tos estuvo evitando que algo más grave me pasara", reflexionó sobre su contagio.
La fe en que hay algo más grande, el amor a su familia y al trabajo, y las casi 30 películas del lejano Oeste le ayudaron a sobrellevar esta enfermedad que le ha hecho amar aún más la vida si cabe.
"Solo la fe mueve montañas, cuidarse, protegerse, amar a quienes nos aman, amarnos a nosotros mismos y hacer de este mundo un lugar mejor", se despidió en su conmovedor video. "La COVID-19 no es un chiste, pasa, y pasa muy fuerte y es muy peligroso… No permitas que te pase a ti como me pasó a mí", concluyo. ¡Gracias por tus palabras, querido Jorge Enrique!.