A medida que envejecemos, nuestros huesos se vuelven menos densos, lo que, en última instancia, puede hacer que se debiliten y sean más propensos a las fracturas.
A partir de los 35 años, perdemos aproximadamente un 0,5% de masa ósea al año. Esto se acelera una vez que las mujeres alcanzan la menopausia y, en el caso de los hombres, después de los 50 años.
Aunque se sabe que el calcio y la vitamina D son esenciales para la salud de los huesos, los estudios han demostrado que el ejercicio puede ralentizar, o incluso revertir, la disminución de la fuerza ósea con la edad.
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Hacer ejercicio te ayuda aumentar la fuerza muscular, coordinación y el equilibrio. Los huesos son tejidos vivos que responden al ejercicio y se fortalecen.
Cuando se hace ejercicio con regularidad se puede alcanzar una mayor densidad ósea (el nivel más alto de consistencia y fuerza de los huesos).
Esto es importante para los adultos de edad avanzada y para las personas que han sido diagnosticadas con osteoporosis. Los mejores ejercicios para los huesos son aquellos de resistencia y que requieren sostener el propio peso.
Aquí se pueden incluir: levantar pesas, caminar, hacer senderismo, correr, subir escaleras, jugar tenis y bailar. Los ejercicios de resistencia, como levantar pesas, también pueden fortalecer los huesos.
Si tiene osteoporosis, es importante que le pregunte al médico qué actividades son seguras para usted. Si tiene una densidad ósea baja, recomiendan que se proteja la columna y evite ejercicios o actividades que causen flexión o torsión de la espalda.