El FBI reveló el audio de una escalofriante llamada telefónica atribuida a Joseph James DeAngelo, el «Golden State Killer» detenido la semana pasada tras 40 años de búsqueda.
La grabación de 1977, publicada por medios estadounidenses, comienza con una voz femenina que atiende el teléfono.
«¿Hola?», pregunta la mujer. Pasan un par de segundos, en los que nadie responde. «¿Hola?», repite la mujer.
Siguen 20 aterradores segundos. Tras la segunda pregunta, se escucha la respiración profunda del asesino, sospechoso de 12 asesinatos y al menos 50 violaciones entre los años ’70 y ’80 en California.
Finalmente, se escucha la voz del killer.
«Going to kill you … going to kill you … going to kill you», dice tres veces. «Voy a matarte… voy a matarte… voy a matarte«.
Los llamados telefónicos a sus víctimas, antes y después de los ataques, formaban parte del modus operandi de DeAngelo, según dijo Michelle McNamara, la autora del libro «I’ll Be Gone in the Dark» («Desapareceré en la oscuridad»), que fue publicado este año y despertó un nuevo interés por el caso.
Jane Carson-Sandler, quien fue violada por el Golden State Killer en 1976, dijo a ABC News, que «recibía llamados telefónicos en los que él simplemente colgaba el teléfono».
«No me hablaba, pero simplemente colgaba», dijo. «Entonces yo sabía que estaba aún ahí afuera y sabía que podía regresar».
El caso del «Golden State Killer» fue uno de los casos sin resolver más notorios de Estados Unidos: violaciones sádicas y asesinatos que aterrorizaron California entre 1976 y 1986.
Las autoridades confirmaron que el acusado fue oficial de policía, pero poco más se ha dicho sobre la vida de este hombre que permaneció impune más de 40 años.
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El rango de edad de sus víctimas fue de entre 13 y 41 años. La primera violación de la que se tiene registro fue en 1976, cuando invadió el hogar de una chica mientras dormía, en ausencia del padre.
«Tenía una máscara de esquiar», dijo la víctima en una cinta que fue divulgada por el FBI hace dos años en un intento por revivir el caso. «Se subió a la cama y tenía un cuchillo (…), me dijo algo del tipo ‘no grites'» y ató sus manos.
Para dar con él los investigadores compararon el ADN recolectado en la escena de un crimen con perfiles disponibles en sitios web genealógicos que analizan muestras de gente curiosa sobre su ascendencia.
Explorando árboles genealógicos, los investigadores dieron con DeAngelo a través de familiares lejanos.
En silla de ruedas, esposado y vistiendo un traje naranja de presidiario, Joseph James DeAngelo, de 72 años, fue imputado por el homicidio de Katie y Brian Maggiore en 1978 en Rancho Cordova, cerca de Sacramento.
Según la prensa estadounidense, está en el ala psiquiátrica de la prisión, donde está internado y bajo vigilancia por riesgo de suicidio.
DeAngelo enfrentará cargos similares en los condados de Orange y Ventura, donde el fiscal Gregory Totten pedirá la pena de muerte.