La boda real británica se ha convertido en el acontecimiento del año. Los novios han querido amenizar el enlace eligiendo personalmente la música para deleitar a todos aquellos que les están acompañando en este día tan especial. Sin embargo, Meghan y Enrique se han saltado el protocolo eligiendo un coro góspel para la ceremonia, con la canción “Stand by me” como banda sonora para convertirse en marido y mujer.
El príncipe Enrique y Meghan Markle se casaron en una misa anglicana en la cual pudimos apreciar un sabor estadounidense con una mezcla oraciones, música clásica, un coro góspel, así como un toque de soul.
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El palacio de Kensington publicó el programa de la ceremonia en la Capilla de San Jorge del siglo XV en el Castillo de Windsor.
La misa fue encabezada por el decano de Windsor, David Conner. El arzobispo de Canterbury Justin Welby formalizó el matrimonio y el líder de la Iglesia Episcopal estadounidense, Michael Bruce Curry, dió un sermón.
Markle, quien estudió en una escuela católica, ha sido bautizada en la Iglesia de Inglaterra, de la cual la reina Isabel II es la gobernadora suprema, como parte de los preparativos para su ingreso a la familia real.
La ceremonia fue basada en las liturgias Common Worship, la opción de misa más moderna de varias dentro de la Iglesia de Inglaterra, e incluyó oraciones e himnos, así como lecturas y selecciones musicales elegidas por la pareja y su familia.
El palacio de Kensington dijo “como cualquier pareja que se casa el príncipe Enrique y la señorita Markle han puesto un gran cuidado en la selección de todos los elementos de su misa”.
El palacio señaló que fue un “esfuerzo de colaboración” entre los dos y también consultaron con el padre de Enrique, el príncipe Carlos, sobre la música orquestal que se interpretó antes de que diera inicio la misa.
La selección incluyó obras de Johann Sebastian Bach, Edward Elgar, Gabriel Faure y Franz Schubert. El coro de la capilla interpretó obras como un motete del compositor inglés del siglo XVI Thomas Tallis. Un ensamble gospel de Londres, The Kingdom Choir, interpretó la canción clásica soul de Ben. E. King “Stand By Me”.
Karen Gibson and @TheKingdomChoir sing "Stand by me" from the West End of the Chapel #RoyalWedding pic.twitter.com/4V1avJlY3K
— Kensington Palace (@KensingtonRoyal) May 19, 2018
Jane Fellowes, hermana de la fallecida madre de Enrique, la princesa Diana, leyó un fragmento del “Cantar de los cantares”, una oda al poder del amor que dice: “Las aguas torrenciales no pueden apagar el amor, ni los ríos anegarlo”.
La Iglesia de Inglaterra no permite a las parejas escribir sus propios votos, tienen que apegarse a la sagrada escritura. Meghan y Enrique se prometieron fidelidad: “En la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida”.
Welby, primado de la Comunión Anglicana, les pedió que se amen, se reconforten, se honren y protejan el uno al otro, pero no que se obedezcan. Ese requisito para las esposas es considerado ahora obsoleto por la Iglesia de Inglaterra.
Frente a 600 invitados a la boda, Meghan y Enrique se intercambiaron argollas minutos antes de que Welby los declaró marido y mujer con las palabras: “Lo que Dios ha unido no lo separe el hombre”.
Después de que los invitados cantaron “God Save the Queen”, el himno nacional de Gran Bretaña, los recién casados salieron de la capilla con el allegro de la “Sinfonía No. 1" del compositor del siglo XVIII William Boyce, y los sonidos gospel de “Amen/This Little Light of Mine”.