Aumenta el número de víctimas mortales por ébola

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KINSASA, República Democrática del Congo (AP) — Otra persona falleció en la República Democrática del Congo a causa de un caso confirmado de ébola, aumentando el número de decesos a 12, informó el Ministerio de Salud el domingo.

La muerte ocurrió en Iboko, un área rural ubicada en el noreste de la provincia de Equateur, de acuerdo con el comunicado emitido por el ministerio, el cual señaló que hay cuatro nuevos casos sospechosos de ébola en la provincia.

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De momento, hay 35 casos confirmados de ébola en el Congo.

Los funcionarios de salud han identificado a las personas que han estado en contacto con casos confirmados de ébola en tres zonas de la provincia Equateur: las áreas rurales de Bikoro, Iboko y Mdbandaka, está última es la capital de la provincia, cuenta con una población de 1,2 millones y es un centro de transporte sobre el río Congo.

El sábado, funcionarios del Ministerio de Salud viajaron en helicóptero a Bikoro e Iboko para observar el despliegue de los trabajadores de salud que estarán rastreando a aquellos que han estado en contacto con casos de ébola y los inocularán con una nueva vacuna experimental. El representante del ministerio, Oly Ilunga, estuvo acompañado por representantes de la OMS y de la UNICEF. Está previsto que la campaña de vacunación en aquellas zonas rurales comience el lunes.

La campaña de vacunación ya comenzó en la ciudad de Mbandaka, donde se han confirmado cuatro casos de ébola. Cerca de 100 trabajadores de salud han sido vacunados debido a que las cuadrillas de primera línea enfrentan altos riesgos de contraer el virus, que se contagia a través de contacto con fluidos corporales de personas infectadas, incluyendo los muertos.

Las siguientes semanas son cruciales para determinar si el brote puede ser controlado, de acuerdo con la OMS. Los factores que complican la situación incluyen: que se propague en una ciudad más grande, el hecho de que los trabajadores de salud han sido infectados y por la existencia de tres o cuatro “epicentros separados” que dificultan el monitoreo de contactos de personas infectadas.