Hasta hace una década, era poco probable que una mujer desarrollara cáncer oral (en la boca, en la lengua o en la garganta) a los 20 o a los 30 años. Y menos si nunca había fumado o no tomaba bebidas alcohólicas. Este tipo de cáncer afectaba por lo general a los hombres de más de 50 años y sus principales factores de riesgo eran el uso del tabaco y el consumo del alcohol. Lo que comenzó como un simple dolor de garganta resultó ser un cáncer en las amígdalas en su etapa 2. Aunque ya hoy su enfermedad está en remisión, este cáncer se originó por un virus: el del papiloma humano genital (o VPH).
El culpable detrás de la nueva tendencia: el VPH
El aumento de la incidencia del cáncer oral en una población más joven tiene una causa: el virus VPH. Según datos aportados por la American Cancer Society (Sociedad Americana contra el Cáncer), casi la mitad de los casos del cáncer oral están relacionados con este virus y la tendencia va en aumento. ¿Qué es el VPH? Según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (conocido como CDC por sus siglas en inglés), es el virus que produce la mayor cantidad de infecciones transmitidas sexualmente. Existen más de 40 tipos de VPH, unos producen verrugas genitales, mientras que otro tipo produce el cáncer cervical (o del cuello del útero). Este es el mismo virus que se asocia con el cáncer oral. El VPH (virus del papiloma humano) se transmite de una persona a otra mediante el contacto directo de piel a piel durante el sexo genital y oral y se desarrolla perfectamente en tejidos finos delicados y húmedos como los que recubren tanto los genitales como la boca.
Como el VPH se adhiere al lugar en donde llega al cuerpo y no viaja por el torrente sanguíneo, la conexión entre el cáncer oral producido por el VPH y sexo oral es directa.
Del contagio al cáncer
Si una persona tiene sexo sin protección con una persona infectada, puede adquirir el virus y ni darse cuenta porque en muchas ocasiones no se tienen síntomas. La mayoría de las veces el sistema inmunológico (de defensas) logra deshacerse de la infección en un período de 2 años, pero durante ese tiempo, la persona infectada puede seguir transmitiendo el virus. En ocasiones, cepas del VPH de algo riesgo destruyen las células saludables y su capacidad de repararse o de controlar la forma en que se reproducen. Esas células se convierten entonces en células cancerosas. Los síntomas comenzarán a aparecer incluso años después de que la persona ha sido infectada, e incluyen: dificultad al tragar, llagas que no se curan en la boca o dolor persistente en un lado de la garganta.
¿Quiénes tienen riesgo de contraerlo?
Según un estudio publicado en el Journal of Clinical Oncology, los hombres tienen una probabilidad 35% mayor de contraerlo que las mujeres, pero ambos sexos están en riesgo de infectarse. Aunque todavía no se conoce de qué manera influye la orientación sexual dentro de la ecuación, sí se sabe que el mayor factor de riesgo es tener muchas parejas sexuales. Así que tanto los heterosexuales como los homosexuales corren peligro: mientras más parejas sexuales se tengan, mayor es el riesgo de infectarse y por ende, de desarrollar cáncer oral.
Otro grupo que está en un riesgo muy elevado es el de los adolescentes. Según un estudio de la publicación Pediatrics, éstos se inclinan a pensar que el sexo oral es un sexo seguro sencillamente porque no produce embarazos.
Medidas de prevención
Reducir el número de parejas sexuales
Vacunación: Las vacunas pueden proteger a los adolescentes de ambos sexos contra casi todos los tipos comunes de VPH. Se administran en tres inyecciones o tres vacunas y es importante recibir las tres para contar con la mejor protección. Las vacunas son más eficaces si se administran antes de que la persona tenga su primer contacto sexual, cuando podría estar expuesta al VPH.
Niñas y mujeres: Existen dos vacunas (Cervarix y Gardasil) para proteger a las mujeres contra los tipos de VPH que causan la mayoría de los cánceres de cuello uterino. Una de estas vacunas (Gardasil) también protege contra la mayoría de las verrugas genitales. Se recomienda iniciar la vacunación entre los 9 y los 11 años de edad.
Niños y hombres: Una de estas vacunas (Gardasil) protege a los varones contra la mayoría de las verrugas genitales. Esta vacuna está disponible para varones de 9 a 26 años de edad.
Practicar sexo seguro mediante el uso de condones. Para que sean más eficaces, se deben usar correctamente en todas las relaciones sexuales, desde el inicio hasta el final.
Otras medidas de prevención no relacionadas con el contagio del VPH
-Evitar el cigarrillo y el consumo excesivo de alcohol
-Reducir la exposición al sol (produce cáncer en los labios)
-Revisar posibles lesiones provocadas por dentaduras postizas
-Incorporar a la dieta una buena cantidad de frutas y vegetales
Es sumamente importante que tanto los adultos como los adolescentes estén al tanto de estos riesgos y asuman las responsabilidades que conlleva una vida sexualmente activa. La información de qué constituye sexo seguro o no y las consecuencias de sexo sin protección es vital para detener el contagio del VPH (virus del papiloma humano) y por extensión, el riesgo de contraer cáncer oral.