Si hay un nombre propio en los dos primeros partidos de la selección española en el Mundial de Rusia, es el de Diego Costa. El delantero del Atlético de Madrid ha marcado tres de los cuatro tantos conseguidos por España y está mostrando una cara totalmente distinta a que se había acostumbrado la selección española. El punta de Lagarto no tiene nada que ver con el que se vio cuatro años atrás en la Copa del Mundo de Brasil y ahora, es el momento de disfrutarlo.
Su poderío en el campo, la capacidad goleadora y sus movimientos sobre el verde demuestran que ha llegado la hora de otro Diego Costa, aquí destacamos algunos de los cambios del 'killer' rojiblanco entre un torneo y otro.
Físicamente, al cien por cien
Diego Costa llegó al Mundial de Brasil después de recuperarse de una lesión que le impidió jugar más de unos minutos en la final de la Champions League. El punta abandonó el campo del estadio de Da Luz en la final que los colchoneros perdieron ante el Real Madrid y se demostró que se precipitó al regresar al campo tras unos problemas en el bíceps femoral. Ni su viaje a Serbia para recurrir a tratamientos innovadores, ni las intensas horas de trabajo, Costa no estaba a su nivel.
Pese a ello, Vicente del Bosque recurrió a él para el Mundial de Brasil. El delantero volvió a luchar por una recuperación 'express' y unos días después de lo sucedido en Lisboa, emprendió rumbo a Curitiba junto al resto de la expedición española. El ex seleccionador apostó por él entre numerosas críticas y finalmente, se demostró que no estuvo acertado. En Brasil no mostró, ni de lejos, su mejor nivel.
Diego Costa llegó a la cita de Brasil en 2014 tras haber participado en sólo dos partidos con la selección. Uno había sido un amistoso contra Italia en marzo y la siguiente fue una cita ante El Salvador en las fechas previas al Mundial. Lo hizo entre las dudas de su adaptación a un estilo de juego muy claro y a un grupo que llegaba de haber ganado eurocopas y mundial de forma consecutiva.
Apenas había entrado en la dinámica del equipo y no había disfrutado de los ensayos necesarios para acoplarse al grupo. Se dijo mucho sobre su presencia con España, en diversos ámbitos del mundo del fútbol se desconfiaba de su presencia pero el apoyo de Vicente del Bosque le arropaba.
Su relación con el gol, más estrecha que nunca
Diego Costa apenas sabía lo que era vestir la camiseta de la selección española y mucho menos marcar con ella. Tardó siete partidos en anotar su primer tanto como 'español' y casi no llegó a dar ni sensación de peligro. Se le resistía el sabor del gol y la presión aumentó cada día.
Ahora, en Rusia, la situación es totalmente distinta. Aunque antes del torneo no consiguió acabar con el debate del nueve, sí que dejó unos registros para enmarcar. En cinco partidos que disputó de la fase de clasificación para el Mundial, superó en cinco ocasiones al meta rival. Su buen estado de forma y sus números unidos a la decepcionante temporada de Morata en el Chelsea dejaron al madrileño fuera los planes de Lopetegui.