No estaba Casillas. No estaba Cesc. Y la historia de España con las tandas de penalti regresó al túnel de los horrores anterior a que la selección rompiera en Viena la maldición de cuartos ante Italia. En Moscú se escribió otra página en negro de la selección con las tandas. Después de que en 1976 se decidiera el primer gran título, la Euro del famoso penalti de Panenka, con este sistema ideado por un español para resolver el Trofeo Carranza, la decisión desde los once metros no se vio en la Copa del Mundo hasta 1982. En Sevilla, Alemania y Francia resolvieron la semifinal a favor de los germanos después de un empate a tres.
España tuvo que esperar hasta 1984 para vivir su primera tanda de penaltis. Fue en las semifinales de la Eurocopa de Francia y tras empatar a uno con Dinamarca, Arconada se convirtió en el héroe de la selección para llevar el partido hasta los 11 metros. Los de Miguel Muñoz marcaron los cinco lanzamientos y la gran estrella de los daneses, Elkjaer Larsen, mandó alto el quinto lanzamiento.
Dos años después, en el Mundial de México España conoció la otra cara de las tandas de penaltis. Después de un partido en el que costó un mundo empatar el gol de Ceulemans, lo logró a falta de cinco minutos, España se fue a los penaltis ante Bélgica para saber quién ocupaba el puesto en las semifinales. Zubizarreta no pudo detener ningún disparo de los diablos rojos y Eloy erró el segundo lanzamiento español, una losa que no se levantó ya.
HIERRO, TERCER MAZAZO
Fernando Hierro vivió ayer su tercera eliminación en una tanda de penaltis. En 1996 España se cruzó en cuartos en Wembley con Inglaterra. Después de ser muy superior el partido acabó sin goles, lo mismo que la prórroga. Al pleno inglés en los lanzamientos se opusieron los errores de Nadal y Hierro en la tanda.
Los penaltis volvieron a aparcar en la vida de la selección en 2002 después de que dos años antes uno fallado por Raúl dejara a España sin la opción de irse a la prórroga con Francia en la Euro. En Corea del Sur hubo dos tandas: la ganada a Irlanda en octavos (a pesar de los fallos de Juanfran y Valerón) y la perdida ante los anfitriones con el lanzamiento fallado por Joaquín. Ese disgusto asiático fue el último hasta el de Rusia. Por el camino aparecieron tres tandas de penaltis ganadas de forma seguida. En Viena, en los cuartos de la Euro, se cambió la historia. El fallo de Güiza despertó a los fantasmas, pero Casillas atajó los de De Rossi y Di Natale para dejar a Cesc frente a Buffon en el quinto lanzamiento. Y el catalán la clavó.
Dos años más tarde fue Portugal en la semifinal de la Eurocopa jugada en Donetsk la que se midió a España en una tanda. Xabi Alonso falló el primero, pero Moutinho se chocó con Casillas. El error de Bruno Alves volvió a dejar a Cesc para decidir y se repitió lo de Viena. En la Copa de las Confederaciones de 2013 España vivió la tanda más larga de las que ha disputado. Ante Italia de nuevo y después de un partido infernal por el calor que se vivió en Fortaleza, se tuvieron que lanzar 14 penaltis, de los que España los marcó todos, con el último lanzamiento para Navas y Bonucci erró para Italia.
Ayer, España volvió a caer en la tanda de penaltis. Y lo hizo ante un portero que se ha convertido en un especialista en la faceta como es Akinfeev. La fama de parapenaltis que tiene el portero la disparó ayer en el Luzhniki. Desde ayer Rusia tiene a su Casillas, a un portero al que los rusos ponen al nivel de Yashin y de Dasaev y que ya puede presumir de ser el héroe nacional. Koke y Aspas se suman a la historia negra.
