"Después de 10 años, finalmente se he realizado mi sueño. Me casé con Paolo, mi amigo y mi amor desde siempre. Amo a Dios y lo amo a él", son las declaraciones de Don Giuliano Costalunga, cura italiano que no tiene miedo en declarar su amor a todo el mundo.
El cura cumple sus servicios eclesiásticos en una iglesia de Selva di Progno desde hace unos 20 años, en un pequeño pueblo de cerca de mil habitantes en el medio del Parque Natural Regional de Italia.
La boda se había oficiado el pasado abril, en las islas Canarias, España, pero el cura ha revelado la noticia recientemente.
El obispo de Verona, Giuseppe Zenti confirmó la noticia y declaró que Don Giuliano Costalunga sigue queriéndose poner el atuendo religioso: "el padre nunca me ha informado de querer abandonar los hábitos".
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Sin embargo, está en contra de los matrimonio gay, así que no acepta la decisión de don Giuliano: "Para nuestra Iglesia es un caso sumamente triste. Un antecesor en mi cargo quiso impedir que este padre fuera ordenado. Imagino que había intuido, que para este hombre, no era la mejor elección hacerse cura".
Los feligreses de la Selva di Progno están divididos ya que unos creen que sus pensamientos son muy modernos y hasta le decían "es el diablo vestido de agua santa". Muchos en el pequeño pueblo de Selva di Progno no están preparados para su ideología ni su melena, con piercing y un tatuaje que dice: "Veritas nos liberabit" ("La verdad nos hará libres") del Evangelio de Juan, capítulo 8, verso 32.
No obstante, también tiene seguidores y piensan que la evangelización que practica está fuera de los esquemas como una bocanada de aire fresco.
A pesar de todas las adversidades, Don Giuliano Costalunga está feliz de su decisión y declara firmemente: "Estoy viviendo una experiencia especial. Paolo (su marido) me ha salvado. Me ha hecho una persona mejor, es un ángel que ha cambiado mi vida. Siempre le digo: "Amor mío, eres la otra mitad de la manzana".
