Todos conocemos los paneles solares, pero ahora existen los paneles que funcionan con lluvia, las placas generan energía a través de las gotas de lluvia.
Lo que hicieron es cubrir el lado inferior de la célula solar con una capa delgada de grafeno, que interactúa con los iones cargados de forma positiva que se encuentran en las gotas de lluvia. Cuando caen, las células solares se invierten mostrando el grafeno en el exterior.
“Aunque se han hecho grandes logros desde el descubrimiento de varios tipos de células solares, todavía existe el problema de que solo funcionan de día y a pleno sol”, afirman los investigadores en un artículo publicado en la revista Angewandte Chemie.
El avance fue posible gracias a un proceso químico simple: la interacción ácido-base de Lewis. La lluvia es un excelente reservorio de sales disueltas llenas de iones positivos y negativos. Cuando las gotas golpean la capa de grafeno, forma un pseudocondensador y los iones positivos como el amonio, el calcio y el sodio estimulan las corrientes eléctricas.
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Una capa de grafeno de un átomo de espesor puede generar cientos de milivoltios de voltaje, y en días soleados, las mismas células tienen una eficiencia de hasta el 6,53% de eficiencia bajo poca luz. El nuevo diseño podría aplicarse a muchos diseños diferentes de células solares y los investigadores creen que “puede guiar el diseño de células solares avanzadas para todo tipo de clima”.
Las células solares se consideran la alternativa energética de menor impacto a los combustibles fósiles. Su eficiencia ha mejorado dramáticamente en los últimos años (un 20%) con más y más países, y sobre todo ciudadanos, pasando de recursos no renovables a aprovechar el poder de la luz solar.
Con información de: NoSabesNada.