La foto de una adolescente abrazando a su novio en la terapia intensiva de un hospital, segundos antes de que el joven fuera desconectado, dio la vuelta al mundo.
Según El Nueve, el episodio sucedió en el Reino Unido, donde Blake Ward, de 16 años, fue uno de los tres adolescentes rescatados del mar en Tywyn, Gwynedd, en el noroeste de Gales.
Los jóvenes se fueron a bañar para combatir la ola de calor que sacude a Europa desde hace algunas semanas, en medio de un viaje familiar.
Pero Blake y los otros dos jóvenes fueron arrastrados por las olas. El muchacho terminó en terapia intensiva, donde sobrevivió sus últimas horas gracias a un respirador artificial.
El joven había sufrido daños cerebrales irreparables, por lo que los médicos explicaron a los familiares que ya no había nada que hacer.
Con el peso del mundo sobre sus hombros y la tristeza invadiéndolos, los padres tomaron la dura decisión: quitarle las máquinas que lo aferraban a la vida.
La foto, inmensamente tierna, se viralizó y recorrió el mundo rápidamente, al igual que el mensaje de despedida de Stephanie.
"Hoy ha sido el día más difícil para mí y será un día que nunca podré olvidar. Como algunos saben, Blake sufrió un terrible accidente el martes. Nos dijeron que Blake nunca se recuperaría y que su cerebro estaba dañado y tuvimos que tomar la difícil decisión de apagar su máquina y dejarlo ir", explicó la joven en su mensaje de despedida, en el que añadió que el joven murió sin dolor y rodeado por su familia y seres queridos.
“Vuela alto mi bebé, estoy orgullosa de amarte y lo haré por siempre”, se despidió.
Los familiares de la joven pareja pusieron en marcha una campaña en GoFoundMe para recaudar 5 mil dólares con el objetivo de organizar una ceremonia de despedida para el adolescente, cifra que se superó con creces y alcanzó los 9 mil 971 dólares en apenas dos días.