La familia del menor Carlos Emmanuel Gaitán Aguirre, de apenas un mes de edad, clama por justicia. Más de tres meses han pasado y como que fue ayer lloran su pérdida producto de los tranques y la falta de movilización de la cual fueron víctimas en Masatepe, municipio de Masaya.
"Mi niño no murió producto de una bala. Él está ahí bien, está intacto, no tiene ningún impacto de bala porque si no su cabecita hubiera estado desbaratada. Ahí están las fotos cuando estaba en el centro de salud", dijo Reyneri Aguirre, tía del menor fallecido, al mostrar imagen del pequeño.
El no poder trasladar al menor a tiempo, ya que caminaron más de dos horas para llegar al centro de salud, le provocó al niño una broncoaspiración, dijeron sus familiares; por lo que murió en las calles de Masatepe y ahora su clamor es por justicia y que se capture a las personas que señalan como culpables.
"En la alcaldía pues nos ofrecieron transporte, pero todo estaba minado de tranques, pues no podíamos pasar a ningún transporte, entonces ya agarré la bicicleta desde la entrada de Masatepe hasta La Granjita (comunidad) y pasé por el primer tranque", explica Reyneri.
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En su casa de habitación está la foto de una de las personas que señalan que se encontraba dirigiendo el tranque del sector de Las Marías, en Masatepe.
“Y lo reconozco desde el primer momento porque él estaba sin nada, no estaba tapada la cara. Esta imagen es la que tengo desde el primer momento que él me negó el paso que yo le dije: 'dame lugar voy a pasar'. Iba a buscar una moto taxi yo si él quitaba los adoquines, para ir hasta allá a La Granjita e ir a traer a mi hermana para ir hasta el centro de salud y él me dijo: '¿por dónde vas a pasar? ¿que no mirás que todo esto está cerrado?'… Está bien, yo no podía hablar porque ahí no se podía decir nada", cuenta angustiada la familiar del menor.
"Seguí mi paso en la bicicleta y llegué hasta la casa en La Granjita, cogí a mi hermana con mi sobrino en brazos. Mi hermana con herida de cesárea, porque fue cesárea su parto… nos venimos caminando desde La Granjita porque incluso tenían miguelitos puestos en la carretera, habían árboles de chilamate en la carretera, no había luz. Todavía cuando pasamos en el tranque con mi hermana el tipo este ya no estaba. Una de las mujeres me dijo que para dónde iba, yo le dije que para el centro de salud y ella me dijo que no fuera porque ahí estaban matando a la gente y yo sabía que no era así. Y le dije que no me importaba que yo iba a pasar a como fuera", agrega.
El menor vivía en la comunidad La Granjita, sin embargo sus padres tuvieron que abandonar su residencia por causa de los recuerdos y daños psicológicos, quienes ahora solo desean que pueda haber justicia y que se castigue a los que provocaron esa tragedia.
