El Gobierno de Nicaragua emite Informe Evaluativo sobre la Actuación Parcializada y Politizada de la CIDH en Nicaragua, suscrito por el Ministerio de Relaciones Exteriores de nuestro País.
A continuación la nota íntegra:
Managua, 18 de Agosto, 2018
INFORME EVALUATIVO DE LA ACTUACIÓN PARCIALIZADA Y POLITIZADA DE LA CIDH EN NICARAGUA
MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES REPUBLICA DE NICARAGUA
El pasado 13 de mayo, actuando de buena fe, nuestro Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional cursó invitación a la Co-misión Interamericana de Derechos Humanos para que realizara una visita de trabajo a Nicaragua, con el objeto de observar in loco la situación de los Derechos Humanos, en el contexto de los sucesos del intento del golpe de Estado.
Dicha visita fue realizada del 17 al 21 de mayo de 2018, nuestro Gobierno brindó las facilidades a la Comisión para que realizara su trabajo libremente, proporcionando la información requerida, garantizando reuniones con las autoridades y atendiendo sus solicitudes.
El 21 de mayo la CIDH emitió un informe con observaciones y recomendaciones prelimi-nares, basado fundamentalmente en informa-ciones audiovisuales y testimonios edita-dos y manipulados por los autores y ejecu-tores del intento de golpe de Estado, dán-dole plena veracidad a los mismos, sin ha-berle dado posibilidad al Gobierno de Ni-caragua de pronunciarse sobre tales afir-maciones infundadas.
A pesar de la franqueza y apertura con que nuestro Gobierno atendió a la CIDH y las abundantes evidencias e información brindada, que comprobaban el carácter violento de las acciones terroristas, crímenes de odio, torturas, homicidios, asesinatos, des-trucción e incendio de oficinas e institu-ciones públicas cometidas por los grupos golpistas, éstas no fueron reflejadas en dicho informe, lo que demuestra su parcia-lidad.
La CIDH manipuló la información, convir-tiendo un intento de golpe de Estado en una supuesta protesta pacífica, omitiendo deliberadamente que las personas asesina-das en su mayoría son policías, funciona-rios del Estado, militantes sandinistas y civiles ajenos al conflicto, cuyas causas de muerte fueron por heridas con armas de fuego ocasionadas por los golpistas.
El informe preliminar repitió y difundió las mentiras de los autores, actores y ejecutores del intento de Golpe de Estado, contribuyendo al masivo uso de las platafor-mas y redes sociales para la manipulación mediática y psicológica que incitó a la violencia, todo ello con la única finali-dad de justificar ante la comunidad inter-nacional actos ilegales y crímenes dirigi-dos a romper el orden constitucional.
La CIDH omite deliberadamente la verdad que no conviene a los intereses de quienes desde el exterior patrocinan las acciones dirigidas a derrocar el gobierno constitu-cional de Nicaragua.
A pesar de ello, nuestro Gobierno manifes-tando su vocación de paz y actuando de buena fe, aceptó e inició la implementa-ción de las recomendaciones de la CIDH y atendió las solicitudes de los llamados representantes de la sociedad civil de oposición y la Conferencia Episcopal, en el marco de la Mesa de Diálogo Nacional la Policía Nacional se reconcentró en sus de-legaciones; se invitó a la Oficina del Al-to Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, a la Secretaría General de la OEA y a la Unión Europea
Igual sucedió con el Informe Final que la CIDH presentó ante el Consejo Permanente de la OEA, nuestro Gobierno informó y docu-mentó oportunamente a la CIDH sobre cada acto de violencia ejecutado por los gol-pistas, ésta se vio obligada a hacer esca-sas referencias a ello ante el reclamo fundado de nuestro Gobierno.
La CIDH en sus informes ha usado criterios parcializados y sesgados, evitando inten-cionalmente emitir opiniones y conclusio-nes cuando se trata de los actos de vio-lencia y crímenes ejecutados por los pro-testantes "pacíficos".
Ejemplo de lo anterior, es que durante la existencia de los llamados tranques, se cometieron actos terroristas, se quemaron vivos a seres humanos, se torturaron y co-metieron vejámenes en contra de simpatizantes del Gobierno, se secuestraron a centenares de transportistas centroamericanos y a la población civil, que se veía impedida de salir libremente de sus casas y trabajar.
Sobre esto no hubo ningún pronunciamiento de la CIDH condenando, denunciando o ex-presando preocupación pese a que lo constata-ron personalmente in situ, pretendiendo legi-timar este tipo de actos ilícitos.
Los informes y comunicados de la CIDH so-bre Nicaragua son en sí mismos cuestiona-bles, por su sesgo político y la metodolo-gía de trabajo, que carece de todo rigor científico, siendo una de sus fallas más notorias la falta de verificación de la información que recibe y la utilización irresponsable de fuentes sin ninguna cre-dibilidad.
La actuación de la CIDH en conjunto con el Gobierno de los Estados Unidos y otros paí-ses, promueve maniobras políticas injeren-cistas, intentando desestabilizar y aislar internacionalmente a Nicaragua con el ob-jetivo de derrocar a su Gobierno Constitu-cional.
La Comisión Interamericana de Derechos Huma-nos desvirtúa y deslegitima su actividad y la de sus funcionarios al asumir posicio-nes políticas, en abierta contravención de la Carta de la OEA, el Reglamento y el Esta-tuto de la propia CIDH.
El Pueblo de Nicaragua exige el cese de la participación de la CIDH en la campaña
política y mediática, de mentiras, tergi-versación, calificativos y estigmatización en contra del Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional.