La temporada de bodas está en pleno apogeo, y muchos de nosotros pasamos los fines de semana viendo a nuestros amigos hacer el nudo.
Como sabrá cualquiera que haya asistido a una ceremonia, el novio normalmente se para a la derecha y la novia a la izquierda.
Resulta que hay una razón muy específica para esto, y no es en absoluto romántico.
La tradición data del siglo XVI y es una práctica muy alarmante llamada "matrimonio por captura", esencialmente secuestro.
En aquellos días, a veces los hombres secuestraban a una mujer para hacerla su novia, lo que comprensiblemente causaba grandes revuelos en muchos escenarios.
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En caso de que la familia de la novia o un pretendiente rival llegara a la iglesia para salvarla, el novio necesitaría su mano derecha libre. Esto para agarrar su espada, defenderse a sí mismo y a su novia cautiva. No es exactamente una boda de cuento de hadas.
Según The Knot, la mayoría de las parejas aún siguen la tradición, pero probablemente porque no lo han pensado mucho.
Al parecer, la tradición de las damas de honor que llevaban vestidos similares a la novia era alejar a los espíritus malignos, porque no sabrían qué mujer es. También haría más difícil para los secuestradores robarla.
El secuestro de novias es una costumbre que todavía ocurre en algunas culturas hoy en día: El Espejo informó una horrible historia en 2014 sobre el secuestro de una mujer aterrorizada por un matrimonio arreglado en Kazajstán.
