El análisis de datos genéticos de más de 180.000 personas ha permitido establecer un vínculo entre la esquizofrenia y el consumo de marihuana, publicó Nature Neuroscience. La investigación, que adelantó partes en publicaciones previas, se basó en el estudio del código genético y de la variación de sus llamados polimorfismos del nucleótido único (SNP, por sus siglas en inglés).
A través de esa información, especialistas del Instituto QIMR Berghofer, de Brisbane (Australia); de la Universidad de Radbound, de los Países Bajos; y de la Universidad Commonwealth de Virginia, EE.UU., comprobaron que ocho de esos SNP están asociados al consumo de cannabis. También determinaron que las variaciones representan el 11% de diferencia entre quienes fuman marihuana y quienes no lo hacen.
Luego hallaron 35 genes relacionados con el consumo de la droga, varios de los cuales también se vinculan con la esquizofrenia y con otros hábitos, como el consumo de alcohol.
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Una relación "causal"
Jacqueline Vink, de la Universidad de Radbound, señaló que los resultados no representan "una gran sorpresa", ya que otros estudios habían probado antes "que el consumo de cannabis y la esquizofrenia están asociados". No obstante, agregó que también estudiaron "si esa asociación es causal".
Para ello recurrieron a una técnica llamada 'aleatorización mendeliana', y concluyeron que quienes tienen una genética vinculada con la esquizofrenia son más propensos a fumar marihuana, tal vez como una forma de enfrentar la enfermedad.
Por último, el profesor Eske Derks, del Instituto QIMR Berghofer, agregó que "estos hallazgos no descartan la posibilidad de que el consumo de cannabis pueda contribuir al inicio de la esquizofrenia", aunque aclaró que, por el momento, no encontraron "ninguna evidencia para apoyar tal cosa en este estudio".