El martes 28 de agosto fue encontrado sin vida el cuerpo del joven Julio César Picado Serrano de 29 años de edad, originario de Santo Tomás, Chontales. El hallazgo se hizo en las cercanías de la rotonda del barrio Dos Mil en la cabecera municipal de La Cruz de Río Grande, en el Caribe Sur de Nicaragua.
El hoy occiso llevaba más de cinco años de vivir en ese lugar, donde se desempeñaba como técnico, instalando antenas para cable a una empresa telefónica.
Al momento de encontrar el cuerpo éste no portaba su calzado, camiseta, billetera, gorra ni su teléfono celular.
Su compañera de vida, Kenia Lanzas, lo único que ha manifestado a las autoridades policiales es que Picado recibió una llamada telefónica en horas de la noche y que él respondió: "Ya voy"; luego salió de su casa y no regresó.
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Según las investigaciones policiales el joven fue garroteado, ahorcado y luego arrastrado por alguna bestia caballar hasta ser dejado en el lugar del hallazgo, lo cual da a entender que el crimen fue realizado en otra posible escena.
Hasta el momento no hay ningún sospechoso o móvil del crimen. Julio César Picado Serrano deja en la orfandad a una niña de 4 años de edad que procreó con su compañera de vida Kenia Lanzas.
El cuerpo del joven será trasladado el jueves a su lugar de origen, Santo Tomás.
Mientras tanto la Guardia Operativa de la Policía Nacional se presentaría al lugar para realizar las debidas investigaciones y así esclarecer el crimen que deja dolor en La Cruz de Río Grande, ya que personas que conocieron a la víctima manifestaron que el joven era bien servicial, atento y que no se metía en problemas.