Un hombre de nacionalidad costarricense denunció ser víctima de abuso sexual por parte de un sacerdote de la Iglesia Católica.
La víctima que planea una demanda civil millonaria en contra de un sacerdote de apellidos Castillo Huertas por supuestos abusos sexuales rompió el silencio sobre su dolorosa experiencia.
Este hombre, quien hoy tiene casi 60 años, asegura haber sido víctima del abuso cuando tenía 14 años, tiempo en el que llegaba a vender verduras a la iglesia de La Soledad, en el centro de Chepe.
La denuncia de este señor, quien prefirió que resguardáramos su identidad, se une a la de otro hombre que también indica que el sacerdote Huertas abusó sexualmente de él hace 35 años (cuando también tenía 14) cuando llegaba a entregar flores a dicho templo.
Ambas víctimas, con la asesoría del Movimiento Diversidad, plantearán una demanda civil en las próximas semanas, la cual será de entre 120 y 240 millones de colones en contra del cura y de la Iglesia católica de manera subsidiaria.
La víctima, quien actualmente sigue trabajando de vendedor ambulante, asegura que nadie en su familia sabe lo que le ocurrió.
"Llevo más de 40 años de sufrimiento y frustración por culpa de una persona que supuestamente es pastor de Dios y que debía ser ejemplo a nivel espiritual, pero que resultó ser todo lo contrario".
Te recomendamos: Curas usaban crucifijos para someter a sus víctimas
"Yo vendía verduras y pasaba por la iglesia La Soledad, en San José. En alguna oportunidad me salió el padre Castillo y me compró tomate, chile y pepino. A la cuarta vez me invitó a pasar y me llevó a un lugar dentro de la iglesia, era como una oficina", contó a La Teja.
El sacerdote, según el relato, no tardó mucho en empezar a propasarse con el menor.
"La primera vez me habló de sexo, pero no me tocó. En cuestión de minutos ya me tenía sentado en sus regazos y diciéndome: ‘El Señor aquí, el Señor allá’, todo con mucha labia. La segunda vez sí, abusó a la fuerza de mí y uno, a como va agarrando malicia, se va a alejando. A la segunda oportunidad acaté que era un daño sexual.
“El sacerdote me decía que eso lo permitía Dios para purificar al ser humano y la vida espiritual, para hacerla más pura. Y uno en la ignorancia cayó en la trampa”, contó la víctima.
El denunciante sostiene que se dieron cuatro abusos en un lapso de seis meses.
"Eso fue lo que me marcó para toda la vida, quedé con un complejo, no logré estudiar, caí en drogas, ha sido un sufrimiento con el que he cargado todo este tiempo.
“Por vergüenza decidí no decirlo, a nadie, ni a mis padres. Cuando lo comprendí y vi que era algo muy feo, me retiré a vender a otro lado, a San Antonio de Belén. Uno se siente muy mal, uno no está preparado para ese sufrimiento. A uno se le cae la moral, la autoestima, todo”, aseguró.
La última aparición pública del padre Castillo se dio en el año 2012, en un acto realizado en el redondel de Zapote.
Sobre el sacerdote abusador se sabe que la Curia Metropolitana informó que Castillo padece desde hace dos años de demencia senil y que se encuentra en un albergue de ancianos.