Han pasado apenas dos semanas desde la muerte de la reina del soul, Aretha Franklin, pero ya se ha organizado la primera subasta de sus posesiones.
En efecto, la prestigiosa casa de subastas Julien’s Auctions de Beverly Hills anunció el viernes que a principios de noviembre venderá al mejor postor algunos de los vestidos más icónicos que la cantante usó a lo largo de su vida en una elegante subasta que tendrá lugar en el Hard Rock Café de Nueva York pero en la que podrán participar compradores de todo el mundo a través de internet.
El evento no se limitará a las posesiones de Franklin y, en realidad, el objeto más preciado que saldrá a la venta es un par de zapatillas que perteneció a Michael Jackson y que fue realizado por Giuseppe Zanotti. El mismo tendrá un precio base de 13.000 euros pero puede llegar a venderse por 43.000.
Titulado “íconos e ídolos del rock ‘n roll” y realizado en forma anual, tendrá primero una exhibición gratuita en el restaurante que actualmente pertenece a la tribu de los seminoles del 5 al 9 de noviembre, para luego proceder a la subasta el 9 y el 10. En total se venderán unas 30 posesiones de Aretha, entre vestidos y accesorios, entre los que se destacan el conjunto rojo diseñado por Arnold Scassi que usó en el escenario de Radio City Hall de Nueva York en su concierto del 13 de septiembre de 1991, y la chaqueta de St. John que tenía puesta cuando recibió la Medalla Nacional de las Artes de manos del entonces presidente Bill Clinton el 29 de septiembre de 1999.
También se rematarán un vestido negro de Oleg Cassini que usó en la entrega de los premios Essence de 1993 junto a Lena Horne y Tina Turner, una chaqueta vaquera que sólo recibieron quienes participaron del rodaje de The Blues Brothers, una de las pocas ocasiones en que intentó suerte como actriz, un vestido de Judith Ann Plus que usó en conciertos y para posar en la portada de la revista Jet, una falda de color rosa, y un top haciendo juego que vistió en un concierto para recaudar fondos en la lucha contra el sida en 1993 en el que también participaron Gloria Estefan, Rod Stewart y Barry Manilow, así como un mono plateado con círculos de plástico creado por Jean Claude Jitrois y un traje verde con el que fue al programa de Oprah cuando esta celebraba su cumpleaños número 40.
Además, se subastarán diseños de prendas realizados por Bill Belew y sombreros, zapatos y otras prendas de menor importancia. Se estima que nada se venderá por menos de 700 euros y que los vestidos más codiciados alcanzaran un precio máximo de 3500, destaco La Vanguardia.
Lo que llama la atención de la subasta es la cercanía a su muerte, ya que cuando la cantante falleció a los 76 años por un cáncer pancreático no dejó testamento, aún habiendo amasado una fortuna valorada en casi 70 millones de euros. Casada y divorciada en dos ocasiones, Aretha tuvo cuatro hijos: se quedó embarazada de su hija mayor, Clarence, a los 12 años, y a los 14 dio a luz a Edward, que llevan su apellido y fueron criados por tías y abuelas. Luego llegó Ted, de su matrimonio con Thedore White, y finalmente tuvo un hijo con su mánager en las giras, Kecalf Cunningham.
Dividir sus posesiones no debería ser difícil, pero en Estados Unidos no existen los herederos forzosos, por lo que el proceso será largo y tedioso, y siempre existe la posibilidad de que todo se complique, sobre todo teniendo en cuenta que Franklin vivió sus últimos 30 años con Willie Wilkirson, un bombero de 30 años con el que nunca se casó.
Más allá de las propiedades, entre ellas su lujoso apartamento frente al lago en Detroit, en donde falleció, y otros cuatro en diferentes zonas de esa ciudad, Aretha dejó un valioso catálogo musical ya que aún en los momentos más difíciles conservó la propiedad de todas sus canciones. De acuerdo con la ley, la sucesión tendrá que hacerse de manera pública por lo que lo más probable es que la subasta de su ropa haya sido autorizada por la propia cantante en vida y que no se trate de un gesto apurado de sus probables herederos.