Washington, 24 sep (EFE).- La directora de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Gina Haspel, sostuvo este lunes que la "situación" en relación a Corea del Norte ha mejorado gracias al "diálogo establecido" por sus respectivos líderes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-Un.
"Ciertamente estamos en una mejor situación de la que estábamos en 2017 debido al diálogo que han establecido ambos líderes, el presidente (Donald Trump) y Kim Jong-Un", dijo Haspel durante su participación en un seminario sobre liderazgo organizado por la Universidad de Louisville (Kentucky, EE.UU.), en la que estudió la funcionaria.
La directora de la emblemática agencia de espionaje recordó que la situación el año pasado era "muy complicada" debido al "número sin precedentes" de ensayos nucleares y con misiles balísticos llevados a cabo por Corea del Norte.
Tras los graves enfrentamientos verbales protagonizados a lo largo del año pasado por ambos líderes, el pasado 12 de junio Trump y Kim celebraron una cumbre en Singapur que, según Washington, ha abierto la posibilidad de la renuncia de Pionyang a su programa, algo que Haspel consideró posible, pero no fácil.
- Te puede interesar: Trump asegura que su segunda reunión con Kim será "pronto"
"Parece haber indicaciones de que el líder Kim Jong-un entiende y quiere dar pasos para mejorar la difícil situación económica del pueblo norcoreano", observó la funcionaria.
Sin embargo, comentó que "los norcoreanos ven su capacidad (nuclear) como una forma de fuerza" y aseguró que no cree "que quieran abandonarla fácilmente".
En la que supuso su primera intervención en público desde que asumiera la dirección de la CIA el pasado mes de abril, Haspel también se refirió a la creciente tensión entre Estados Unidos y China, que, según dijo, busca convertirse en un actor "dominante" en el panorama internacional.
"Están trabajando para reducir nuestra influencia con el propósito de alcanzar sus propios objetivos", denunció Haspel.
En este sentido, puso como ejemplo la creciente influencia china en zonas como África y Latinoamérica, donde Pekín emplea tácticas que preocupan a Washington, como la concesión de préstamos que "no pueden ser pagados".