Sí, es posible volverse «loco de amor» y lo dice la ciencia

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La frase "estar loco de amor" va más allá del sentido cotidiano y romántico que le hemos dado. La ciencia afirma que la locura que desata el amor es real y hasta puede definirse como un estado físico-químico de demencia temporal.

Así lo explica la Dra.Georgina Montemayor Flores, de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Esta experta señala la importancia de diferenciar el amor consolidado del enamoramiento, es este último donde la cordura se "pierde":

«La etapa inicial del amor activa sustancias químicas en el cerebro que ocupan todas las neuronas, haciendo que no podamos concentrarnos más que en el ser amado. Es altamente comparable con un estado obsesivo-compulsivo. Se activan las zonas que controlan las emociones (tálamo, hipotálamo, hipocampo, etc.)».
 

Georgina Montemayor declara que desde el primer vistazo a alguien que nos gusta la testosterona se "dispara" tanto en hombres como mujeres. Al entrar al cerebro, esta hormona funciona como neurotransmisor y aumenta el deseo de contacto a todas horas con nuestro crush, algo que dudosamente pasaría con cualquier otro individuo.

A la vez, intervienen en nuestro cerebro sustancias como la feniletilamina y la dopamina. La primera se activa cuando alguien se percibe atractivo mediante la vista u olfato, causando en conjunto con la testosterona el deseo de reproducción sexual.

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Cuando la feniletilamina da paso a la dopamina, se genera un interés genuino mediante una reacción similar a la que producen las adicciones.

El lado positivo de la "locura" de la dopamina en el amor es que desencadena novedad, motivación y sensación de lograr nuevos objetivos.
 

Montemayor reitera que bien canalizada, la "locura de amor" lleva a la inspiración y a la elaboración de grandes hallazgos en nuestra rutina. No obstante, la desconcentración generada puede distraer y perturbar hasta al mayor de los intelectuales.

Por si todo esto pareciera poco, Montemayor agrega otro elemento a esta explosión de locura:

«La norepinefrina causa alteraciones físicas que podrían ser equiparadas con un estado de pánico: aumento de la frecuencia cardíaca, falta de apetito, insomnio y sensación de "mariposas en el estómago". Es un gasto energético terrible y apasionado».

Por si empieza a preocuparte que requieras asistencia psiquiátrica la próxima vez que te enamores perdidamente, la Dra. Montemayor concluye sus investigaciones con un alivio (o un desalentador toque de realidad):

«La falta de cordura resultante del enamoramiento no durará mucho. Como máximo se llegará a los 4 años con este estado (en caso de que se empiece una relación con la persona de nuestro interés). Regularmente la sensación desaparece con la costumbre o cuando llega otra persona que inicia todo el proceso otra vez».

El amor a largo plazo va más allá del deseo sexual y la atracción inicial, sin duda requiere de gran comunicación ,voluntad y respeto por parte de los involucrados.

Y tú, ¿en qué etapa del amor te encuentras en la actualidad?

Fuente: VIX