La Organización de las Naciones Unidas (ONU) manifestó su preocupación por las consecuencias materiales que arrojó el terremoto y tsunami en Sulawesi, Indonesia, que además produjo el fallecimiento masivo de sus habitantes.
De acuerdo con informaciones provenientes del Gobierno de Indonesia se han podido registrar más de 1.000 mil personas muertas. Sin embargo, las agencias humanitarias sugieren que el números de fallecidos sea mayor.
La ONU y Las Naciones Unidas para la infancia o Unicef en conjunto con la oficina de Coordinación Humanitaria han tomado sus previsiones para ayudar a los damnificados y brindarles asistencia médica. A su vez, también se espera ayuda internacional.
Por otro lado, a pesar que el número de víctimas asciende considerablemente, se tiene una primordial preocupación por los infantes, pues de acuerdo a un representante de la Unicef, el 40 por ciento de los niños presentan casos de desnutrición desde antes de la tragedia natural.
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Por su parte, el Gobierno ha mostrado también prioridad de salvaguardar a las personas de los peligros inminentes de carreteras peligrosas, pues muchas áreas quedaron afectadas.
También la salud ha sido un problema, pues las infraestructuras han sido afectadas tras el terremoto y existe escasez de agua potable. Los habitantes también han mostrado padecimientos de enfermedades como diarrea y enfermedades infecciosas.
Han pasado varios días desde el terremoto y el tsunami que afectó la isla de Sulawesi en Indonesia y se presume que pudo haber destruido 66.000 edificios.
