El papa Francisco destituyó a dos sacerdotes chilenos acusados de abusar sexualmente de menores de edad y en un aparente intento por mostrar mayor transparencia sobre cómo está respondiendo a la crisis mundial de curas pederastas, explicó públicamente cómo y por qué fueron expulsados de la Iglesia.
En una declaración inusualmente detallada emitida el sábado, El Vaticano anunció la laicización de José Cox Huneeus y Marco Antonio Ordenes Fernández, las expulsiones más recientes en la Iglesia católica en Chile y otros países luego de décadas de abusos y encubrimiento.
La declaración dejó en claro que los dos sacerdotes fueron expulsados por abusar de menores de edad, con evidencia tan abrumadora que fue innecesario un juicio canónico. El nivel de claridad indica un nuevo grado de transparencia, a medida que Francisco lucha por superar los errores del pasado que parecieron minimizar la gravedad de los abusos.
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En un comunicado fechado en Santiago de Chile, el instituto secular Padres Schoenstatt, designado por la Congregación de la Fe para hacerse cargo del caso de Cox, dijo recibir "esta noticia con mucha vergüenza por el daño ocasionado a las víctimas".
"Solidarizamos con ellas y su profundo sentimiento. Hoy más que nunca, deploramos todo acto de abuso que ofende la dignidad de las personas", agregó.
"Apoyamos irrestrictamente esta decisión en justicia y verdad, por el bien de toda la Iglesia", aseguró.
A su vez, la Conferencia Episcopal Chilena publicó una declaración de solidaridad con quienes sufrieron "el abuso y daño causado por obispos. A ellos, a sus familias y comunidades, les pedimos perdón en nombre de los Obispos y de la Iglesia".
CIUDAD DEL VATICANO (AP)