Unos 189 países de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) votaron en favor de la resolución que plantea el levantamiento del bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por Estados Unidos (EE.UU.) desde hace casi 60 años.
Solo hubo dos votos en contra, Estados Unidos e Israel, y cero abstenciones.
Por vigesimoséptima vez consecutiva desde 1992, la comunidad internacional expresa su rechazo a la política coercitiva de EE.UU., pero este año la votación estuvo marcada por las presiones de la nación norteamericana para desacreditar a Cuba, al presentar ocho proyectos de enmiendas que solo obstaculizaron y alargaron el proceso y no tuvieron el respaldo de los países miembros de la ONU.
En las sesiones de este miércoles y jueves, los diplomáticos de varios países, a nombre de organizaciones globales y regionales o en su capacidad nacional, demandaron el cese del bloqueo y criticaron su impacto en el desarrollo socio-económico de la isla.
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También coincidieron en que el bloqueo es una violación de los derechos humanos flagrante, que entorpece las relaciones del país caribeño con el resto del mundo.
¿Cómo es la maniobra de EE.UU. para justificar bloqueo a Cuba?
Circulación de ocho enmiendas a la resolución de condena del bloqueo
La promoción del documento fue denunciada por el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, quien condenó la táctica disuasiva, ya que el escrito busca cambiar el espíritu de la resolución de condena al bloqueo.
El mecanismo de la inclusión de enmiendas a las resoluciones es común en la práctica del organismo internacional, independientemente de que se vote a favor o en contra de ella, pero sólo con intenciones de realizar sugerencias o mejorías.
La nación norteamericana intentó aplicar el mismo método en noviembre de 2006, pero ese año se aprobó una moción contraria a las proposiciones perseguidas por EE.UU.
Las enmiendas al texto cubano, introducidas por la delegación estadounidense, se refieren especialmente a la Agenda de Desarrollo Sostenible para el año 2030, así como a los temas de derechos humanos.
En esta última materia, la Revolución Cubana se enorgullece de sus logros en los campos de salud, educación, deporte, cultura y participación política.
Por esta razón, los ataques en la Agenda de Desarrollo son contradictorios, al tratarse de uno de los pocos países que superó las expectativas de las metas de Desarrollo del Milenio y que se encuentra en una posición inmejorable para alcanzar las del año 2030.
Las propuestas de enmiendas presentadas en esta ocasión utilizan contenidos de antiguas resoluciones desechadas por el Consejo de Derechos Humanos y la Asamblea General, ya que no tuvieron apoyo en el pasado.
Esto, con la intención de ofrecer pretextos para profundizar su cerco contra la isla, lo que fue rechazado por el canciller cubano.
“Si el Gobierno de EE.UU. quiere llevar a discusión en Naciones Unidas la aplicación de los Derechos Humanos en relación con las metas de Desarrollo Sostenible, podemos hacerlo. Diga dónde y cuándo”, señaló Rodríguez, quien criticó la falta de moral estadounidense para señalar a Cuba en estos temas.
“Es aberrante la separación de niños de escasa edad de sus padres y su encarcelamiento en jaulas”, refirió el diplomático sobre la política de "tolerancia cero", impulsada por la administración de Donald Trump.
EE.UU. es de las pocas naciones que no respaldan la Convención para la protección de los migrantes, ni la Convención de los Derechos del Niño, y es el único país que se manifiesta en contra del derecho a la alimentación.
El ministro de Exteriores cubano se refirió a un documento circulado por el subsecretario adjunto del Departamento de Estado de EE.UU., Gonzalo Gallego, que busca disuadir a los países miembros de ONU sobre el voto que emitirán el próximo 31 de octubre en la Asamblea General.
El canciller cubano calificó el texto de “hipócrita y desvergonzado”, pues asegura, entre otras cosas, que el objetivo de la política estadounidense es apoyar al mismo pueblo que bloquea, al tiempo que busca derrotarlo a costa del hambre y la desesperación.
La nueva maniobra política de EE.UU. va dirigida a justificar el bloqueo que castiga a la población cubana, apuntó Rodríguez. Se trata de una "maniobra con fines propagandísticos, para manipular la opinión pública”, añadió.
Durante 26 años consecutivos, la Asamblea General mostró un rechazo abrumador y mayoritario hacia el bloqueo estadounidense, una política obsoleta de los tiempos de la Guerra Fría, cuyas regulaciones se aplican de forma extraterritorial y dañan a otros países.
“Reiteradamente Cuba ha planteado disposición a debatir con EE.UU. sobre cualquier tema, incluido los derechos humanos, pero solo lo hará desde bases de absoluta igualdad soberana, sin sombra alguna para nuestra independencia”, añadió.
Rodríguez recordó que la diplomacia cubana se basa en principios.
“Cuba tiene una política exterior de principios, históricamente fundamentada, que obedece al mandato de nuestro pueblo y que nuestra diplomacia se honra en representar”, señaló el ministro Rodríguez.
El canciller se refirió a los sucesos del pasado 16 de octubre en la sede de la ONU en Nueva York, donde se llevó a cabo un acto anticubano organizado por la nación norteamericana.