El Cairo, 21 nov (EFE).- El Gobierno egipcio está tratando a 422.805 personas infectadas por el virus de la hepatitis C en el marco de una campaña destinada a erradicar la enfermedad para el año 2020 y que dará cobertura a entre 45 y 52 millones de personas en todo el país.
La ministra de Salud de Egipto, Hala Zayed, anunció hoy en rueda de prensa que en los 50 primeros días de la campaña "100 millones de salud", que lanzó el 30 de septiembre, "el Gobierno ha llegado a más de 10 millones de personas repartidas en nueve provincias".
Esta campaña, que en la actualidad da cobertura inmediata y gratuita a mayores de 18 años, tiene como objetivo ampliar su radio de acción.
Los equipos médicos han visitado polígonos industriales, iglesias, mezquitas, polideportivos y universidades "para poder atender al mayor número de personas posible", ha asegurado la ministra.
Para ello, el Gobierno ha habilitado 1.488 centros sanitarios en centros urbanos y ha facilitado 332 centros móviles, y movilizado casi 6.000 equipos de profesionales.
La ministra no especificó a Efe los fondos que el Gobierno egipcio ha destinado a la campaña pero señaló que "Egipto proporciona los médicos, transporte, y todos los elementos logísticos e internet".
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De acuerdo con datos de la Organización Mundial de Salud (OMS), la hepatitis mata a alrededor de 40.000 personas al año en Egipto, donde uno de cada diez individuos de entre 15 y 59 años tiene la enfermedad.
"Lo que está realizando el Gobierno egipcio en este proyecto no tiene precedentes, no solo a nivel regional sino mundial", manifestó en la misma rueda de prensa el representante de la OMS en Egipto, John Jabbour.
Esta campaña cuenta con la financiación del Banco Mundial, que ha aportado alrededor de 260 millones de dólares para poder poner en marcha el proyecto, que representan "casi el 100% de la fase de diagnósticos", según ha dicho a Efe el representante del Banco Mundial, Amr el Shalaqani.
La hepatitis C se extendió de manera importante en Egipto durante campañas de vacunación antiparasitarias entre las décadas de 1950 y 1980, cuando aún se utilizaban jeringuillas de cristal, y no las desechables actuales.