Una madre y su bebé murieron en un presunto ataque de oso grizzly en el territorio de Yukón, en el noroeste de Canadá, informaron el miércoles las autoridades.
Valerie Theoret, de 37 años de edad, se encontraba al parecer paseando con su hija Adele, de 10 meses, cuando el animal las atacó el lunes.
Sus cuerpos fueron descubiertos por su pareja y padre de la bebé no lejos de su cabaña en las orillas del lago Einarson, más de 400 kilómetros al noreste de Whitehorse, la única ciudad de Yukón.
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Casi inmediatamente después de presenciar la devastadora escena, el hombre se enfrentó a un oso, lo que le llevó a pensar que se trataba del mismo animal, y logró dispararle y matarlo cuando este se le abalanzó.
La Real Policía Montada de Canadá y el forense están investigando el incidente como "el presunto ataque de un oso", dijeron en un comunicado.
La pareja se había instalado en la cabaña mientras duraba el permiso de maternidad de Theoret, quien era maestra en una escuela primaria de Whitehorse.
El clima cada vez más inestable y la intromisión en el hábitat natural de algunas especies animales han causado varios ataques en los últimos dos años en Canadá, incluido el asesinato en agosto de un cazador inuit por un oso polar en Nunavut, en el extremo norte del país.
El oso grizzly es una de las subespecies del oso pardo más grandes del planeta, que suele vivir en las tierras altas del territorio norteamericano. Es un animal solitario, excepto durante la temporada del desove del salmón, cuando se junta un enorme número de osos en arroyos y zonas costeras para alimentarse.