La comunidad universitaria recordó la masacre que ocurrió el 13 de diciembre de 1995 con un acto en el que estuvieron estudiantes, docentes y autoridades del Consejo Nacional de Universidades, CNU.
Hace 23 años, Jerónimo Urbina y Porfirio Ramos ofrendaron sus vidas durante una manifestación pidiendo a Gobiernos Neoliberales la justa asignación del 6% constitucional y el respeto de la autonomía para la comunidad universitaria.
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“Entregaron la vida para hoy nosotros, las universidades, estemos gozando de ese beneficio constitucional, gozando de la Ley de Autonomía, pero también tenemos que agradecer a muchos estudiantes que se enfrentaron en esta lucha por la reivindicación universitaria y que también tienen secuelas, eso es importante reconocerlo porque debemos mantener esa memoria histórica”, dijo la presidenta del CNU, Ramona Rodríguez.
Este hecho constituyó un antes y un después en la lucha del movimiento estudiantil, que hoy ve garantizado sus derechos gracias al Gobierno Sandinista.
“Nosotros reconocemos ese gran avance que ha habido en estos últimos años y por eso y mucho más nosotros respaldamos este modelo cristiano, socialista y solidario. Nosotros como Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua vamos a defender una vez más todas las reivindicaciones, todo ese proceso social transformador que significó la Revolución Popular Sandinista”, expresó el presidente de la Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua, UNEN.
UNEN entregó distinciones a algunas personas por su destacada contribución al desarrollo de la comunidad universitaria.
En la Asamblea Nacional, los diputados hicieron una mención especial en honor de los mártires universitarios durante la sesión plenaria.
“Que han permitido que miles y miles de jóvenes de todo el país y de todos los sectores económicos y sociales hayan podido realizar sus estudios universitarios, indistintamente de su ideología, credo o preferencia política partidaria”, destacó la primera Vicepresidenta del Parlamento, diputada Maritza Espinales.
