Cádiz (España), 28 dic (EFE),- La Diócesis de Cádiz, en el sur de España, destituyó a Miguel Ángel Ibarra Marín, de nacionalidad colombiana, tras conocer que nunca había sido ordenado sacerdote.
A través de un comunicado, la Diócesis de Cádiz y Ceuta señalaron que Miguel Ángel Ibarra Marín llegó a Cádiz a través de un acuerdo firmado con el Arzobispo de la Archidiócesis de Santa Fe de Antioquia (Colombia), a la que pertenecía.
El supuesto sacerdote había ejercido en varias diócesis de Colombia y habría entregado toda la documentación requerida en estos casos.
Desde el inicio de este curso, Ibarra oficiaba en dos parroquias de la localidad gaditana de Medina Sidonia, aunque había llegado a España en el año 2017 y había ejercido en otro pueblo de la provincia.
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El pasado 13 de diciembre la Archidiócesis colombiana avisó a la Diócesis de Cádiz de que, tras una denuncia de falsedad en sus documentos de ordenación, se había llevado una investigación en la que se concluía que Miguel Ángel Ibarra nunca había sido ordenado sacerdote, aunque según la documentación que aportaba ejercía desde enero de 1998.
Fuentes obispales consultadas por EFE indicaron que todos los sacramentos oficiados por esta persona son válidos, ya que “la gracia de Dios está por encima de las personas”.
Sin embargo, “las confesiones son nulas porque se ha traicionado la confianza del creyente”.
No es la primera vez que la Iglesia española se encuentra ante una situación como esta, ya que en el año 2012 el Arzobispado de Sevilla relegó de sus funciones a Ángel Orellana, quien llevaba ejerciendo como sacerdote en la provincia durante siete años, pese a no estar reconocido como cura.