En Madrid hay nueve millones de ratas negras y muchas de ellas se han concentrado en la zona de la estación de Cercanías Renfe de Méndez Álvaro, donde los usuarios ven cómo estos roedores, asociados a las alcantarillas y basuras, suben a los árboles y trepan por toda superficie, según ha adelantado la cadena autonómica Telemadrid.
Los usuarios del tren, desde donde un grupo de jóvenes grabaron a la multitud de ratas negras en perpetuo movimiento, han pedido una rápida solución a esta desagradable imagen que, a más de uno, asusta cuando ve a estos animales por encima de sus cabezas.
El Ayuntamiento de Madrid ya se ha puesto en marcha y está inspeccionando los aledaños de la estación de Méndez Álvaro.
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Hasta 2019, la rata negra era inédita en la capital madrileña, según explicaba en noviembre de 2019 el jefe del Departamento de Control de Vectores del Ayuntamiento de Madrid, José María Cámara Vicario. En esa fecha se localizaron ejemplares en 10 puntos del centro y la periferia de la ciudad.
Hasta entonces eran ciudades portuarias como Barcelona o Palma de Mallorca algunas de las más afectadas por la presencia de este tipo de roedores en España. Por ello, desde ANECPLA creen que pudo llegar a la capital procedente de un contenedor de una de las zonas portuarias.
Transmisoras de muchas enfermedades
Esta especie se alimenta de bayas y frutos, por lo que acudirá a parques y jardines y transmite las mismas enfermedades que la rata gris.
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La rata negra (Rattus rattus), originaria de Asia, pesa en torno a 250 gramos, es extremadamente ágil y su capacidad de reproducción es asombrosa: las hembras permanecen activas 9 meses al año y en ambientes urbanos con alimento abundante pueden llegar a reproducirse de manera ininterrumpida, dando lugar a unas cinco camadas al año.
