El número de fallecidos por el derrumbe parcial de un edificio residencial en la ciudad rusa de Magnitogorsk ha aumentado a 26 este 2 de enero, informaron a TASS desde el servicio de prensa del Departamento Principal del Ministerio de Emergencias en la provincia de Cheliábinsk.
Entre los fallecidos se encuentran tres niños. Según las autoridades, 19 de los muertos han sido identificados.
Este martes los rescatistas encontraron vivo a un bebé de 10 meses bajo los escombros del edificio. El estado de salud del menor —que sufrió un traumatismo craneoencefálico cerrado y congelación severa— se evalúa como muy grave, pero los médicos hacen un pronóstico positivo al respecto.
En total, en el edificio viven más de un millar de personas, que podrían ser evacuadas también a escuelas, hoteles y dormitorios universitarios de la zona, como ya se ha hecho con los que residían en los portales adyacentes a los afectados por el siniestro.
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Lo que se sabe hasta ahora:
15 personas siguen desaparecidas.
El derrumbe se produjo como resultado de una explosión de gas.
La explosión se registró cerca de las 06:00 de la mañana de este lunes (a las 01:00 GMT).
48 apartamentos en los que vivían 120 vecinos resultaron dañados por la explosión.
En toda la provincia de Cheliábinsk se declaró el estado de emergencia.
Los trabajos de rescate se complican por un posible derrumbe de otras partes del edificio y por la baja temperatura ambiental.
El gobernador de la provincia de Cheliábinsk, Borís Dubróvski, ha declarado este 2 de enero como día de luto en la región debido a la tragedia.