La cara oculta de la Luna es una parte montañosa y accidentada, salpicada de cráteres, mientras que la parte visible dispone de numerosas superficies planas. Todos los alunizajes precedentes tuvieron lugar en la cara visible, la más cercana a la Tierra, orientada a nuestro planeta.
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Ha sido en la cara oculta que China ha realizado con éxito el alunizaje de la sonda Chang’e-4. Ninguna sonda, ningún módulo de exploración, se había posado allí.
La Chang’e-4, que había despegado de la Tierra el 8 de diciembre, se posó en el suelo de la Luna a las 10H26 horas del jueves en Pekín. El éxito del alunizaje supone un hito más para el ambicioso programa espacial del país asiático, aún lejos del de EEUU en financiación pero convertido en una prioridad absoluta para las autoridades chinas.
Chang’e-4 (llamado así en honor a la diosa de la Luna en la mitología china) envió una foto de la superficie lunar al satélite Queqiao. «Logramos un resultado extremadamente preciso. El alunizaje fue en el centro de la zona seleccionada», dijo Sun Zezhou, jefe de la misión Chang’e-4.
Saludamos al pueblo de #China, y a su presidente Xi Jinping, por haber realizado el primer alunizaje en la cara oculta de la Luna con la sonda Chang’e-4, un logro que pone a este país a la vanguardia de la astronáutica mundial. Estamos orgullosos de ser sus socios en tecnología. pic.twitter.com/MlMIEvhOub
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) January 3, 2019
La nave no tripulada ya había entrado en órbita lunar el domingo, según la Administración Nacional del Espacio de China. Entonces se buscó el momento idóneo para llevar la sonda a suelo lunar, porque la parte no visible del astro tiene periodos de día y noche que duran 14 días terrestres y se necesitaba la luz solar para el módulo de aterrizaje y vehículo de exploración.
El Chang’e-4 llevará a cabo diversos estudios. «Las informaciones recolectadas servirán también para la futura base lunar que Pekín quiere construir», explica el analista Chen Lan. «También servirá para la misión de China en Marte, prevista para 2020. En 2021, quiere que aterrice un robot similar al Chang’e 4«.
Es la segunda vez que China envía un módulo para explorar la superficie lunar después del Yutu («Conejo de Jade») en 2013, que permaneció activo 31 meses. El año que viene prevé lanzar un Chang’e-5 para extraer muestras y traerlas a la Tierra.
China invierte miles de millones en su programa espacial. También espera enviar un robot a Marte y humanos a la Luna.
En noviembre, China presentó una réplica de su primera gran estación espacial, Tiangong («Palacio Celeste»), que planea lanzar el 2022 y suceder a la Estación Espacial Internacional (ISS).