ANCHORAGE, Alaska (AP) — Un alce ingresó el lunes al edificio de un hospital en Anchorage… y Stephanie Hupton estaba lista para grabarlo con la cámara de su teléfono.
Hupton trabaja en el área de facturación de un consultorio de terapia física dentro de un edificio del Hospital Regional de Alaska en Anchorage. Cuando un paciente mencionó que el personal de seguridad monitoreaba un alce que había entrado al edificio, ella salió de inmediato y comenzó a grabarlo.
“No pensé que tendríamos un alce de mascota”, señaló.
En las tomas se puede ver al animal curioseando en un área con plantas cerca de una puerta antes de detenerse y mirar a la cámara. Se quedó en el lugar un rato y después salió a paso lento por la puerta.
Hupton dijo que nunca se sintió amenazada durante el encuentro más cercano que ha tenido con uno de estos enormes animales.
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Fue una experiencia que no se esperaba cuando se mudó a Anchorage desde Carroll, Iowa, hace tres años. Había visto venados y vacas en su estado natal, pero nada tan exótico como un alce.
“Definitivamente es distinto que en un pequeño pueblo de Iowa”, afirmó.
El alce ingresó el lunes al edificio alrededor de las 11:30 de la mañana a través de puertas que se quedaron abiertas debido al intenso frío en Anchorage, donde las temperaturas rondaban los -17 Celsius (0 Fahrenheit), dijo Kjerstin Lastufka, portavoz del hospital.
Probablemente las plantas en el cálido vestíbulo le resultaron atractivas, por lo que el animal se comió algunas antes de salir del edificio luego de permanecer durante unos 10 minuto, agregó Lastufka.
El animal continuó en los alrededores. Alguien reportó haberlo visto cerca de un estacionamiento el lunes por la tarde, señaló.
No provocó lesiones ni algún otro problema, excepto por las plantas que se comió.
“Fue una visita bastante tranquila”, dijo Lastufka.