En marzo de 2009, la NASA lanzó al espacio el observatorio Kepler, con la intención de descubrir otros planetas que tengan aproximadamente el mismo tamaño que la Tierra y que orbiten en torno a otras estrellas, fuera de nuestro Sistema Solar (son los llamados exoplanetas).
La misión de Kepler tenía una duración prevista de tres años y medio pero terminó extendiéndose hasta más de 9 años.
El 15 de noviembre de 2018 finalmente el telescopio se quedó sin combustible y fue desactivado, pero no sin antes reunir ciertos datos que condujeron al descubrimiento de un nuevo y peculiar exoplaneta, cosa que hicieron científicos voluntarios ciudadanos.
Una Supertierra en zona habitable
Los datos recogidos por el observatorio espacial Kepler se pusieron al servicio del proyecto Planet Hunters («Cazadores de planetas») vigente desde 2010, que le permite a científicos voluntarios tratar de identificar planetas que los algoritmos de computadora pueden haber pasado por alto.
Adina Feinstein y Makenna Bristow, dos estudiantes universitarias de posgrado que trabajaban como pasantes en el Centro de vuelo espacial Goddard de la NASA, analizaron los datos del observatorio Kepler buscando señales de tránsito astronómico, esto es: una atenuación del brillo de una estrella, que ocurre cuando un planeta pasa orbitando por delante de ella.
Una vez que se ha hallado evidencia de al menos tres tránsitos, se puede analizar la posibilidad de haber descubierto un nuevo candidato a planeta.
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Cotejando sus datos con los de otras misiones de la NASA y de la ESA, las científicas voluntarias identificaron el exoplaneta k2-288Bb. Un paper con la descripción del planeta fue publicado por The Astronomical Journal, y las estudiantes que ayudaron a descubrirlo son acreditadas como coautoras del artículo.
«Es un descubrimiento muy excitante» dijo Adina Feinstein, «debido a cómo llegamos a él, a su órbita moderada, y debido a que los planetas de este tamaño suelen ser relativamente poco comunes».
El planeta tiene casi el doble del tamaño de la Tierra, y la mitad del tamaño de Neptuno.
Está ubicado en la constelación Taurus, aproximadamente a 226 años luz de la Tierra, y orbita dentro de la zona de habitabilidad de un sistema estelar con dos estrellas principales o sistema de estrella binaria. Si hubiera vida allí, mirarían al cielo y verían dos soles, como Luke Skywalker en Tatooine.
La más brillante tiene la mitad del tamaño y la masa del Sol, pero el planeta K2-288Bb orbita en torno a la más pequeña y menos brillante, que tiene un tercio de la masa y el tamaño del Sol.
Que esté dentro de la zona de habitabilidad del sistema significa que podría haber agua en estado líquido sobre la superficie del planeta.
El observatorio Kepler concluyó su misión de 9 años descubriendo 2600 planetas confirmados que orbitan en torno a otras estrellas, la mayoría de ellos antes desconocidos, y dejando además miles de posibles candidatos que ahora los astrónomos estudian para confirmar si son exoplanetas.