Santiago de Chile, 29 ene (EFE).- El Gobierno y los productores chilenos de frutas se mantienen en alerta tras la decisión de las autoridades estadounidenses de retirar de sus mercados una partida de frutas chilenas exportadas a ese país, dijeron este martes diversas fuentes.
La Agencia estadounidense de Alimentos y Drogas (FDA) retiró de los supermercados de casi una veintena de estados unas 3.000 cajas de duraznos, ciruelas y nectarines chilenos ante la posibilidad de una contaminación de listeria monoytogenes, una bacteria que puede causar infecciones graves a los consumidores.
Tras conocerse la medida adoptada en Estados Unidos, el ministro chileno de Agricultura, Antonio Walker, aseguró a los periodistas que la disposición sólo tiene un carácter preventivo y que se ordenó por iniciativa de Río Duero, la empresa exportadora chilena que envió la fruta.
Precisó que la empresa detectó la presencia de la bacteria durante unos análisis en una de sus plantas y de inmediato dio cuenta a la FDA, en el marco de las normativas estadounidenses.
A juicio de Walker, ello demuestra "la seriedad con que se trabaja en los controles sanitarios" en el país.
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Walker consideró además que la retirada del cargamento de frutas, por volumen, no supone una pérdida importante para la actividad económica y remarcó la seriedad del sistema exportador chileno, que a su juicio es "ampliamente reconocido" en el extranjero.
En tanto, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) aseguró en un comunicado que está reuniendo todos los antecedentes del caso y ya activó los protocolos correspondientes para estas situaciones en coordinación con el Ministerio de Salud.
En el ámbito empresarial, Ronald Bown, presidente de la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile (Asoex), dijo que la comunicación de la exportadora Río Duero a la FDA se concretó hace ya algunas semanas, y consideró que "a lo mejor se trata de una simple sospecha".
Matizó, en todo caso, que las medidas adoptadas son las adecuadas, pues "es preferible evitar cualquier riesgo".
Hasta ahora no se ha sabido de algún caso de infección relacionada con este cargamento en Estados Unidos.
En 1989, Estados Unidos congeló sus importaciones de frutas desde Chile tras el descubrimiento, en el puerto de Filadelfia, de algunas uvas supuestamente inyectadas con cianuro.
Esta medida la adoptaron también otros países y supuso millonarias pérdidas para el sector en el país suramericano, donde los productores y exportadores salieron a las calles a regalar uvas, manzanas, peras, nectarines y otros productos.
La situación se prolongó por varios días, hasta determinarse que las dosis de cianuro no eran letales y que la inoculación no ocurrió en Chile, aunque la crisis les significó a los exportadores locales pérdidas por 330 millones de dólares, y al Estado chileno gastar 198,5 millones en ayudas a los productores y en medidas para mejorar los controles a las exportaciones.
Las exportaciones de frutas son una importante fuente de ingresos para Chile, con cifras récord en 2018 de 2,83 millones de toneladas (10,7 % más que en 2017) y 5.000 millones de dólares (12,7 % más), según datos de la estatal Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa).