El emprendimiento surgió en una madre al querer superar obstáculos, generándose así la idea de negocio Creaciones Debby.
Ser madre es una experiencia sorprendente, la mujer se enfrenta a nuevos retos que aprende a sobrellevar con dedicación y esmero, aspectos que conoce muy bien Ana Clemencia Sobalvarro Martínez, mamá de un varón y dos niñas, quienes han sido su inspiración para emprender.
Relata que desde que nació su primera hija, fijó su atención en los atuendos, visitó varias tiendas infantiles en búsqueda de esas prendas para satisfacer sus expectativas, pero los resultados no eran para nada alentadores. Al solicitar las tallas no tenían el estilo pedido o viceversa.
Ante el inconveniente, la solución surgió, sin embargo decidió tomarse su tiempo para valorar el escenario. “Es una idea que la tenemos desde hace 4 años y no la habíamos puesto en práctica, dada la situación que pasó el país en los meses anteriores, entonces de ahí nosotros dijimos hay que surgir, hay que hacer, no podemos quedarnos estancados, tenemos que buscar qué hacer para sobrevivir”, nos comenta Sobalvarro.
Impulsada por su suegra y con el apoyo de la familia inicia el proceso de creación. “Nosotros hacemos vestidos para niñas desde chiquititas hasta 15 años. El nombre viene por mi hija, mi hija se llama Débora Sofía, entonces por eso es Creaciones Debby, para crear vestidos únicos que no los van a ver en otra niña”.
Apostando a la creatividad en equipo
Cada diseño es cosido con extrema atención al detalle y acabado por costureras con vasta experiencia y capacidad, con quienes mantiene un ambiente laboral comunicativo. “Comenzamos con una modista, que es la que me corta, me hace los patrones, yo le digo cuál es el vestido, entonces ella me hace los patrones, me hace las medidas, era una nada más, ahora en enero estamos con dos”, comenta Sobalvarro.
Creaciones Debby, confecciones de alta costura, tiene sus objetivos claros: realizar diseños únicos para los niños y niñas, por ello determina los parámetros que harán de sus prendas las preferidas de los pequeños. “La calidad de mis vestidos, tienen un buen acabado, me gusta usar telas de algodón, no uso telas sintéticas ni que lleven poliéster. También a veces los niños le cortan la etiqueta porque les da picazón, entonces lo que nosotros hacemos es ponerle como una pegatina en vinil textil y no le va a picar”, explica la emprendedora.
Abre sus sentidos a la retroalimentación de su clientela, que ha venido aumentando gracias a las redes sociales y a las diferentes plataformas en las que participa. “En diciembre hicimos vestidos de promociones, bautizos, comuniones, muchas mamás que me vieron en las entrevistas de Nicaragua Emprende me llamaron, me buscaron. Mamás de niñas que son gorditas que les cuesta mucho hallar vestidos para sus niñas, así como pasa en las mujeres de talla extra grande”, comenta entusiasmada Ana.
Adaptándose a las necesidades de su clientela
El resultado final de la prenda tiene que combinar varios aspectos; el valor estético de la vestimenta, el estilo personal del cliente y el lugar donde va a lucir la misma.
Se acopla rápidamente a la demanda, confeccionando no solamente vestimenta para los eventos especiales de los infantes, sino ropa del período escolar “estamos haciendo pantalones, faldas, camisas para ahora la temporada de escuela, el proyecto para futuro es que crezca creaciones Debby, tener unas 10 costureras para que podamos darle empleo a más personas y llegar a alguna pasarela” manifiesta entre sonrisa la madre emprendedora.
Tomando riesgos sin flaquear, está en los procesos de adquirir un préstamo para invertirlo en la compra de una nueva maquinaria que le permita continuar dándole ese toque único a sus diseños, porque tiene claro que los planes deben llevarse a cabo, ya sean en tiempos de prosperidad o en la adversidad “a todos esos emprendedores que tienen un proyecto que no lo dejen plasmado nada más en el aire, que lo pongan en práctica, ahorita están dando muchas oportunidades, acérquense al Mefcca. Esa idea si la tienen en mente que no la dejen en la mente nada más, pónganla en práctica, pregunten porque uno preguntando, preguntando, llega hasta Roma” finaliza positiva.
