Marta y Sara estaban en el sofá de su casa hace tres años cuando se enteraron de que un niño de siete años se había suicidado porque en el colegio le llamaban “maricón”. Esta pareja de chicas de Barcelona se planteó entonces qué podían hacer para mejorar la situación de los jóvenes homosexuales que se sentían solos y sin referentes. Se dieron cuenta de la oportunidad que les brindaba Internet. “Llegamos a Youtube por casualidad. Queremos generar comunidad para que la gente que se siente sola tenga un espejo donde mirarse”, afirma Marta. Hoy son conocidas en las redes como Devermut y tienen un canal en la plataforma con más de 285.000 suscriptores en el que intentan dar visibilidad al colectivo LGTBI. “Cómo saber si soy gay” o “cómo salir del armario” son algunos de los títulos de sus vídeos.
Ambas mujeres van a participar junto a otros youtubers en la segunda edición de la campaña Somos Más, presentada este miércoles por Google en Madrid. La iniciativa tiene tres objetivos: hacer de Internet un espacio libre de odio, prevenir a los jóvenes contra el radicalismo y sensibilizarlos a través de creadores de Youtube. Tanto Devermut como Aaron Escudero, Ande Asiul, Antón Lofer, Koko DC, RoEnLaRed, Tekendo y Zahia HB utilizarán sus canales para promover mensajes positivos de integración, tolerancia y respeto abordando temas como el radicalismo violento, el racismo, la xenofobia, el sexismo y la homofobia.
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Algunos de estos creadores ya utilizan sus canales para combatir los prejuicios. Es el caso de Aaron Escudero, que es bloguero, youtuber e influencer de moda gitano. Abrió su canal en 2013 para servir de referente a todas las personas “que se sienten desvalorizadas por ser de una etnia determinada”. En sus videos habla de su vida diaria, realiza challenges populares y muestra las tradiciones propias de la cultura gitana. “La gente piensa que no tenemos educación, que las bodas duran tres días y que los gitanos tenemos muchos hijos y hermanos, pero no es así”, afirma Escudero. Él actualmente estudia un grado medio de marketing y tiene solo una hermana. Además, según explica, “las bodas de gitanos duran un día”.
Todos estos youtubers coinciden en que para combatir los prejuicios, también es necesaria la educación. Por ello, además de subir vídeos a sus canales con mensajes de tolerancia, se van a realizar talleres en 250 escuelas para formar y sensibilizar a 30.000 adolescentes de toda España de 15 a 17 años. Google también ha lanzado el challenge #DaleLaVuelta, cuyo objetivo es que los usuarios suban un selfie al revés a las redes sociales para denunciar el discurso de intolerancia en Internet.
El odio en la red
Como todo youtuber, todos estos jóvenes lidian a diario con los comentarios de sus haters. Zahia El Karkouri Bouissa es una española oriunda de Alhuceima (Marruecos). Abrió su canal en Youtube en 2016. Sus vídeos son de recetas de cocina y sobre la vida de la comunidad musulmana en España. Pese a que afirma que la mayoría de comentarios que recibe son positivos, también “hay algunos muy malos”: “Sobre todo cuando hay algún atentado, aunque no tengas nada que ver, te meten en el mismo saco”.
Las mujeres, en muchas ocasiones, reciben mensajes de odio por su físico. Por ejemplo, el body shaming es una tendencia en redes sociales que consiste en avergonzar a alguien por su cuerpo. Rocío Romero es youtuber desde 2012 y en ocasiones comparte su cambio físico en su canal RoEnLaRed: “La mayoría de comentarios negativos que recibo al respecto vienen de mujeres. En una sociedad en la que ya hay tantos micromachismos, deberíamos unirnos y ser una piña en vez de atacarnos”.
Mientras que algunos creadores de Youtube recomiendan a quienes sufren acoso en la red no hacer caso de las críticas, otros defienden que en algunas ocasiones la clave está en saber reírse de sí mismos. Es el caso de Koko DC, un youtuber negro que sube vídeos a su canal con un tono humorístico haciendo chilenas, navegando por el mar o reaccionando a memes racistas. “Cuando grabo, a veces se me ve tan negro que no se me ve nada. Si alguien se tiene que reír de eso, prefiero ser yo”, explica. De vez en cuando recibe algún ataque racista en los comentarios de sus vídeos: “En muchas ocasiones no hace falta que yo diga nada. Mis suscriptores salen a defenderme”.
Los jóvenes que consumen vídeos de Youtube, según Romero, cada vez son más abiertos y tienen menos prejuicios. Todos estos influencers son conscientes de que son ejemplos a seguir para miles de jóvenes y de la responsabilidad que ello supone. “Somos referentes de la generación Z y nos van a imitar”, afirma Tekendo, un youtuber que sube vídeos de experimentos y gameplays. Por ello, él intenta transmitirles valores de esfuerzo y superación. “Tenemos un público que son esponjas. En mis vídeos me propongo retos y aunque falle, al final los consigo. Es una forma de decir: ‘No te rindas, que al final lograrás lo que sea”.