México, 5 feb (EFE).- El número de fallecidos por la explosión de una toma clandestina de hidrocarburo en Tlahuelilpan, en el estado mexicano de Hidalgo, ascendió a 126, mientras que 21 personas permanecen hospitalizadas, informó este martes el Gobierno de México.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) indicó que el más reciente deceso ocurrió la noche del lunes en un hospital de la Ciudad de México.
El IMSS detalló que la persona era atendida en la Unidad Médica de Alta Especialidad en Magdalena Salinas, en el norte de la capital.
Del mismo modo, aseveró que continúa otorgando atención médica a tres personas que resultaron afectadas tras la explosión del pasado 18 de enero.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud, todavía hay 21 personas hospitalizadas.
Los más de cien afectados por este accidente se distribuyeron en distintos centros de atención médica de la Ciudad de México, del estado de Hidalgo y del Estado de México.
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En tanto, tres menores de edad siguen siendo atendidos en una clínica de Galveston, Texas, en Estados Unidos.
El 18 de enero un grupo de pobladores del municipio de Tlahuelilpan, en el céntrico estado de Hidalgo, reventó un ducto de hidrocarburo y empezó a sustraer, de una forma muy rudimentaria, la gasolina.
Al cabo de dos horas, y pese a la presencia del Ejército, que poco pudo hacer para controlar a los centenares de personas que se acercaron a recoger gasolina, se registró una fuerte explosión.
Desde que llegó al poder el 1 de diciembre pasado, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, comenzó un combate frontal al robo de hidrocarburos que desde hace años sufría la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), delito que genera pérdidas millonarias para la compañía.
Según fuentes oficiales, las pérdidas llegaron a 65.000 millones de pesos (unos 3.400 millones de dólares) tan solo en 2018.
Para acabar con esta problemática, se reforzó la vigilancia de los ductos desplegando miles de agentes de seguridad y se cambió el método de transporte de gasolina a uno que implica el uso pipas (camiones cisterna).
Estas medidas causaron durante el mes de enero una crisis de desabastecimiento en diez estados del país, con estaciones de servicio cerradas y compras de pánico.