Investigadores canadienses han analizado el riesgo de depresión, ansiedad, ideas suicidas e intentos de suicidio en la población basados en el consumo diario y ocasional de cannabis y el resultado es que la relación es muy alta.
Las conclusiones, publicadas en JAMA Psychiatry, provienen de una revisión sistemática y un metanálisis de estudios internacionales con 23.317 individuos. Faltan análisis sobre el impacto de este consumo en el cerebro adolescente, que sigue desarrollándose hasta la edad de 25 años.
“El estudio sugiere que el diagnóstico de depresión en, aproximadamente, el 7% de los canadienses y estadounidenses entre 18 y 30 años es atribuible al cannabis, lo que significa que 25.000 jóvenes canadienses y 400.000 estadounidenses sufren depresión por este motivo”, dice una de sus autoras, Nancy Mayo, profesora e investigadora de la Universidad de McGill (Canadá).
Te interesa: El pene necesita algo más que testículos y testosterona para su desarrollo
Los científicos observaron también una relación, más débil, con el estado de ansiedad. Si bien el riesgo de depresión era esperado, a los autores les ha sorprendido la tasa de ideas suicidas que han advertido en los consumidores de esta droga, lo que les permite deducir que muchos de los intentos de suicidio podrían explicarse por este hábito.
El riesgo es particularmente elevado en América del Norte, donde los adolescentes tienen tasas más altas de consumo de cannabis que en otros países desarrollados. Los jóvenes canadienses de 15 a 25 años de edad constituyen la mayoría de los consumidores (abarcan del 20 al 33 por ciento), mientras que más del 20% los adolescentes en Estados Unidos consumen una vez al mes.
La presión del grupo
Los hallazgos resaltan la importancia de las iniciativas de prevención dirigidas a educar a los adolescentes sobre los riesgos asociados con el consumo de cannabis mientras les enseñan habilidades para resistir la presión de los compañeros. "Está claro que muchos jóvenes que consumen cannabis corren el riesgo de desarrollar depresión y comportamiento suicida, por lo que es muy importante que las autoridades sean más proactivas en la campaña de prevención", dice el informe. Los autores esperan que los resultados estimulen a las organizaciones de salud pública a aplicar estrategias preventivas para reducir el consumo de cannabis entre los jóvenes.