San Francisco, 15 feb (EFE).- El gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, amenazó hoy con demandar al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por su intención de declarar una emergencia nacional que le permitiría recaudar 6.600 millones de dólares para la construcción de un muro fronterizo con México.
"California te verá en los juzgados", indicó Newsom en un comunicado, en el que calificó la situación de emergencia que plantea el mandatario de ser una "desgracia nacional de la cual el único responsable es el presidente".
Trump "planea eliminar y desviar fondos que las fuerzas del orden de California usan en su lucha contra los carteles de la droga y las operaciones contra los narcóticos para la construcción de su muro. Nuestro mensaje a la Casa Blanca es simple y claro: California te verá en los juzgados", apuntó el gobernador.
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Antes incluso de que el Congreso aprobara este jueves una propuesta presupuestaria que incluía 1.375 millones de dólares para la construcción del muro fronterizo, el presidente anunció su intención de declarar la emergencia nacional para poder arañar más fondos federales con los que llevar a cabo su proyecto.
Trump aspira así a recaudar unos 8.000 millones de dólares -una cuantía muy por encima de los 5.700 millones de dólares solicitados inicialmente por la Casa Blanca- para construir unos 376 nuevos kilómetros de barrera fronteriza en la frontera sur del país.
En total, la Administración transferiría 6.000 millones de dólares del Pentágono (2.500 millones de su partida para la lucha contra el narcotráfico y 3.500 millones de su presupuesto para construcción de instalaciones militares) y los 600 millones restantes procederían del fondo de confiscaciones por drogas del Tesoro.
Este tipo de declaración otorga temporalmente al presidente de EE.UU. un poder especial para hacer frente a una crisis. Trump tendrá que argumentar, por tanto, que la llegada de inmigrantes indocumentados y la entrada de drogas por la frontera con México requiere medidas urgentes y extraordinarias.
California, el estado más poblado del país, es un fortín demócrata y sus autoridades estatales y locales se han alzado en uno de los mayores opositores al Gobierno de Trump, con el que mantienen abiertas múltiples batallas legales, muchas de ellas relativas a cuestiones sobre política migratoria.
