Científicos del grupo ICFO están desarrollado docenas de nuevos prototipos de grafeno con los que el usuario podrá monitorizar su salud y otros aspectos básicos de su vida a través del móvil.
El diseño es muy simple. Un parche flexible, transparente y desechable que se conecta al dispositivo móvil. De momento, el primero de estos prototipos ICFO está pensado para el control del nivel de exposición a la luz solar de quien lo lleva mediante un sensor de radiación ultravioleta que alerta al usuario una vez que ha alcanzado cierto umbral de tiempo al sol.
Usando esta misma tecnología, los científicos han avanzado también una banda de acondicionamiento físico general que medirá la frecuencia cardíaca, los niveles de hidratación, el oxígeno, el ritmo respiratorio y la temperatura.
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Será especialmente útil durante la práctica de deporte u otra actividad. No obstante, la idea va más allá, puesto que permitiría, por ejemplo, en una situación de escasez de agua, optimizar la ingesta de líquido a partir de los niveles de hidratación del cuerpo, evitando de este modo la deshidratación.
De manera similar, un explorador que se desplaza hasta la cima del monte Everest podría usar la banda para controlar con precisión la saturación de oxígeno en la sangre. El exceso de altitud puede afectar gravemente por acumulación de oxígeno en el cuerpo. Usando la banda, el excursionista podría monitorear estos niveles y emitir una advertencia si los niveles se alteraran de una manera drástica.
Accesorio vital
Estas tecnologías basadas en el grafeno están ampliando sus posibilidades a campos tan cotidianos como la detección de medicamentos falsificados o la identificación de sustancias dañinas en un producto o un alimento, de manera que podría convertirse en un accesorio indispensable para nuestra vida.
“Integrado en la cámara de un teléfono inteligente, el sensor basado en grafeno permite que los teléfonos vean más de lo que es visible para el ojo humano”, explica Frank Koppens, uno de los ejecutivos del grupo ICFO.
Compuesto por cientos de miles de fotodetectores, este minúsculo sensor es altamente sensible a los rayos ultravioleta y a la luz infrarroja. Con estas tecnologías, los usuarios del supermercado, por ejemplo, podrán detectar en la cámara cuál es la pieza más fresca. O, en un caso más extremo, la cámara podría usarse para conducir en medio de una niebla peligrosamente densa al proporcionar esquemas aumentados de los vehículos circundantes.