En momentos de crisis, donde los consumidores se convierten en buscadores incansables de mejores precios, las botellas retornables de gaseosas se vuelven casi una necesidad para las empresas de bebidas en Argentina, especialmente para las primeras marcas.
Las que no se devuelven son mucho más caras y van perdiendo terreno frente a segundas, terceras o marcas propias.
Es lo que le pasó a Femsa, la embotelladora principal de Coca-Cola, que se presentó esta semana al Ministerio de Trabajo para pedir el Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC), pero finalmente la cartera oficial no se lo otorgó y forzó a la compañía a acordar con el sindicato. Tenía intenciones de despedir a 75 personas de la planta Alcorta, ubicada en el barrio de Pompeya, pero consensuó con el gremio desvincular a menos de la mitad (32).
Femsa distribuye las marcas de Coca-Cola en Capital Federal y en gran parte del Gran Buenos Aires, donde el consumidor no está habituado a comprar las botellas retornables de gaseosas. Por eso es que sólo este tipo de envases representa apenas el 25% de su distribución total, cuando en el interior del país, donde operan otras compañías, ese número ya llega al 50%.
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Fuentes de Coca-Cola precisaron que la diferencia de costos entre una botella retornable de una que no lo es es del 25%, aunque la brecha del precio al consumidor puede superar ese porcentaje. Mientras que un envase de plástico de 2 litros no retornable cuesta $ 85,6 en una gran cadena de supermercados, la misma pero en un envase que se puede reciclar cuesta $ 60. La explicación es que en estos casos las botellas pueden rellenarse 11 veces.
Pero ocurre que los consumidores de Capital Federal y GBA no están habituados a consumir gaseosas en este tipo de envases, por lo que prácticamente no existen en el mercado. Lo que hace que a la hora de ajustarse el cinturón y reducir gastos, los amantes de las gaseosas busquen otras opciones más económicas. Es el caso de las marcas Manaos, Secco o Cunnington, que según un estudio de la consultora Focus Market crecieron fuerte en ventas en enero, mientras que las tradicionales, como Coca o Pepsi, cayeron.
Mientras que una botella de Coca-Coca de 1,5 litros sale $ 65 ($43, 33 el litro), una de 2,25 litros de Cunnington cuesta $ 38,23 y una Cola de Manaos de ese mismo volumen sale $ 41, es decir, $ 17 el litro.