Óscar Pérez compartió los detalles más locos de su viaje a Nueva Delhi, en la India, quien fue para la conmemoración de Kun Mela, evento religioso que atrae a personas de todas partes del mundo.
Óscar, el "El Gato" a como se le conoce en el programa matutino de TN8, Mañaneros, se sintió dichoso de haber podido representar a Nicaragua en esta actividad.
Desde su llegada al aeropuerto sintió que lo atendieron de lo más tuani, notó unos grandes aparatos de seguridad que parece que lo seguían hasta el hotel, por lo que estaba resguardado para que nadie le tocara ni un pelo.
Dice Óscar que sintió frío desde que llegó, que la temperatura estaba entre 22 y 23 grados, y que luego cuando viajó a la capital subió a 30 o 31, que es lo de más normal en Nicaragua, no así para participantes de países europeos como Suecia, que sintieron calor hasta el punto de que dos o tres se desmayaron.
El cambio de horario le pegó duro, también comenta, porque de los tres días que duraba el viaje, pasó el primero dormido
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Cuenta que la ciudad de repente se vuelve bulliciosa y desordenada, que la masiva cantidad de motos se mueven a su gusto y antojo, que más bien las personas deben de caminar con precaución de no pegar con una.
Otra cosa es que las vacas abundan, que hay tantas como perros en Nicaragua y que allá son veneradas y sagradas por su leche, que por la cultura de ellos las vacas tienen prioridades. Algo curioso que le pasó es que una vaca entró a una tienda donde estaba y la gente le empezó a dar comida y le hacían espacio para que se moviera tranquilamente.
Dice que el idioma es demasiado complejo, además de que hay como 27 lenguas oficiales en el país que están divididas por regiones. Óscar contó que el ingles era el lenguaje común para comunicarse con las personas allá, pero que el acento era distinto, entonces que él no les entendía nada, pero los locales a él si.
Algo que le llamó la atención era el vestuario de la gente, algunos hombres usaban turbantes y algunas mujeres con ropa de la época, aunque otras de forma muy moderna.
Ahora sí, lo que todos estábamos esperando: La comida.
Dice que la gastronomía es impresionante, que usan muchas pero muchísimas especies en sus comidas, lo que hace que todo tenga un sabor particular. Cuenta que es muy picante y que no aguantó, aunque tuvo que probar de todo, obviamente y como todo bien viajero, terminó pegando su conversadita con el baño del hotel.
Lo más raro que probó fue un platillo de queso de cabra con salsa picante, con mucho picante y agridulce, él cree que llevaba orégano, culantro y otras especies que solo cultivan en la zona.
"Comen cerdo y pollo, pero no vaca, comen poca carne pero se centran a vegetales y arroz y es su principal fuente", dijo Óscar.
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Cuenta que solo pudo visitar un río, que fue donde tuvieron la ceremonia y que no pudo irse sin visitar su respectivo bar, donde probó cerveza artesanal y cerveza importada de Irlanda, principalmente.
También se metió a un mercado y lo primero que notó es que la cultura y casi obligación ahí es pedir rebajas, algo que comparó con el Mercado Oriental de nuestro país, ya que también era con mucha energía en el aire. Dice que se vende mucha artesanía y vestuarios que se confeccionan ahí mismo.
Lo que sí llamó su atención fue ver que en los mercados populares no se miraban frutas tropicales, como piñas o pitahayas, que eso solo en establecimientos de primera clase y a precios sumamente elevados.
Agregó que la mayoría de latinoamericanos se juntaron y que las personas de otros continentes se les pegaban para conocer de sus países. Dijo que muchos sintieron especial atracción por Nicaragua.
Y para finalizar agradeció la oportunidad que le dio el Gobierno para ir como país y juventud a compartir de esos espacios, para conocer principalmente la cultura, una muy distinta en esencia pero igual de especial por la calidez de su gente.