Una pena de cárcel de 90 días o sanciones que alcanzan hasta los USD 1.000: esto es lo que podrían enfrentar los dueños de los perros que ladren durante más de 20 minutos en la ciudad de Saddle River.
El Ayuntamiento de esta región, ubicada en Nueva Jersey, estudia aprobar una nueva ley que sancionará a los propietarios de canes que molesten a los vecinos de la comunidad aullando y ladrando de manera continuada.
"Ninguna persona permitirá que un perro moleste a los vecinos o a otras personas que vivan en las inmediaciones de la vecindad de Saddle River con continuos y ruidosos ladridos o aullidos habituales o frecuentes" decreta la ordenanza.
El documento, redactado por el consistorio, especifica los horarios en los que los ciudadanos deberán controlar a sus perros.
Los ladridos no podrán perdurar más de 20 minutos entre las 07:00 y las 10:00 de la mañana. Cuando sean más de las 22:00 horas de la noche, estos no podrán superar los 15 minutos.
La norma aclara que para que se aplique una sanción al propietario de la mascota, los ladridos deberán producirse de forma "continua" durante esos períodos de tiempo, indico Infobae.
"'Continuo' se define como de manera ininterrumpida, sin pausa, no intermitente ni ocasional, de forma que se repita de manera tan persistente en intervalos cortos que llegue a constituir virtualmente una serie ininterrumpida", informa la ley.
El administrador del condado, Jerry Giamis, explicó en una entrevista para el medio estadounidense CBS NY que la iniciativa busca eliminar la contaminación acústica que provocan los ladridos de las mascotas. Además defendió que su contenido es similar al de otras normas impulsadas en distintas localidades del estado.
Giamis se mostró a favor de la aprobación de la ordenanza y aseguró que no hay una "epidemia" de ladridos en la ciudad, y que muchas otras localidades se encuentran en peor situación.
"La gente nos reportará que hay un incidente, y el departamento de policía irá y determinará si existe un requerimiento que necesita ser resuelto" dijo en la entrevista.
Después será un juez el que decida si imponer una pena de prisión o multa administrativa, en función de la gravedad del caso.
El acusado podrá ser condenado a 90 días de prisión. La ordenanza también establece multas que ascienden a los USD 1.000, o tres meses de servicios comunitarios.
"Yo puedo decir con el 100% de certeza que nadie va a ir a la cárcel por el ladrido de un perro", explicó Giamis según el medio digital local N.J.com.