"Era tan fuerte el dolor que no podía ir a la escuela, pasaba medio día en cama y no podía hacer mis actividades", aseguró Guadalupe Silva Cardoso en una entrevista con Efe.
Durante meses, la adolescente padeció estos dolores con cada periodo menstrual, sin embargo, debido a que solo se documentaron 200 casos en el mundo del Síndrome de Herlyn Werner Wunderlich, el camino hacia el diagnóstico fue complicado.
"Como el dolor era muy fuerte en vientre y hasta la espalda, le diagnosticaron infección en vías urinarias, luego que tenía el intestino obstruido, pero fue un doctor particular el que le detectó un quiste", contó la madre de Guadalupe, Marlen Cardoso.
Fue entonces que Lupita, como le llaman de cariño, llegó a manos de la doctora Lincy Laura Cruz, especialista en cirugía robótica y bióloga de la reproducción quien recomendó una operación para extirparle el quiste.
Fue durante el procedimiento que los médicos se percataron de la causa real del dolor de Lupita.
"Se encontró un 'útero didelfo', es decir, dos úteros, uno de ellos infuncional", señaló Cruz.
La especialista expuso que esto ocurre porque durante el embarazo en el embrión no se alcanza a formar el útero de manera completa y por eso se desarrollan dos úteros, aunque en la mayoría de los casos uno no es funcional.
La literatura médica estima que existe un caso por cada 6.000 mujeres.
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Este padecimiento, explicó, viene acompañado de varias alteraciones anatómicas, además del doble útero, estas pacientes tienen un solo riñón y lo que se conoce como "vagina ciega", es decir, tiene el conducto vaginal pero solo tiene salida para un útero.
Tras un procedimiento, se logró que desapareciera por completo el dolor en la niña, además de evitar riesgos de lesión en otros órganos como el riñón, la uretra y el mismo útero sano.
Cruz explicó que aunque actualmente existen ultrasonidos que detectan malformaciones en los bebés desde el vientre materno, esta condición no se puede detectar tan prematuramente.
"El problema es que las pacientes son asintomáticas y por ello todo se desencadena cuando ocurre la primera menstruación", afirmó.
Tras la cirugía, Guadalupe vive ya sin dolor y entre las ventajas es que podrá llevar una vida normal, incluso, aseguró la doctora, no tendrá problemas con su fertilidad.
"Regresé a la escuela y ahora llevo una vida más normal. No tengo palabras para agradecer a los doctores por haberme quitado el dolor", comentó la paciente.
Finalmente, el doctor Alfred Paul Burguess, coordinador de programas especiales del hospital Ignacio Zaragoza, resaltó la tecnología de vanguardia con la que cuenta el instituto.
Explicó que en los cuatro meses y medio que lleva funcionando el robot Da Vinci, en dicho centro, se han realizado 105 cirugías con esta tecnología y se espera que al cierre de 2019 se hayan realizado 320 procedimientos en total.