En diciembre del 2018, la India aprobó una ley que castiga con pena de muerte el abuso sexual infantil, pero al parecer esta legislación no se conoce ni se aplica en la comunidad de Bacchara. En dicho lugar, existe una espeluznante costumbre, donde las familias obligan a sus hijas mayores a prostituirse.
Una víctima de la "aceptada tradición" en este remoto lugar de la India reveló detalles sobre la desafortunada vida que le tocó vivir por haber nacido mujer en la sociedad equivocada. Ella es 'Heena' y se volvió en trabajadora sexual obligada por sus padre y hermanos.
Los hombres de Bacchara han obligado por generaciones a sus hijas mayores y hermanas a prostituirse para subsistir y llevar una vida cómoda. Las jóvenes inician a ser víctimas de violencia sexual a partir de los 10 o 12 años, y cuando se hacen muy mayores, una hermana menor las reemplaza.
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Muy lejos de la 'Ley Pocso', que protege a los menores de edad del abuso sexualmujeres de esta comunidad de la India, donde la violencia de género ha sido normalizado.
"Tenía solo 15 años cuando me forzaron a esto. Tuve que dejar mis estudios y seguir el mismo camino que mi mamá y mi abuela materna", contó Heena para la BBC. Además, reveló que cada día la obligaban a tener intimidad con diversos hombre, ya sea del campo o camioneros.
La insólita tradición que se realiza en esta comunidad ha convertido a sus hombres en proxenetas. Heena se sintió abusada gran parte de su vida, cuando cumplió 18 años se dio cuenta de lo malo que era atravesar por esa situación y se preguntó ¿Qué opciones tenía?.
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¿Cómo viven en la comunidad india de Bacchara?
Los baccharas son considerados en la India como una tribu nómade, son relativamente pobres y confían su vida económica al trabajo sexual obligado a las que someten a sus mujeres. El estado de Madhya Pradesh alberga a tres distritos de esta comunidad.
Las mujeres son llamadas 'khilawadis' o "las que juegan", ellas esperan en grupo o solas a sus posibles clientes mientras son observadas por sus agentes, quienes reciben $1,45 y $2,80 de los camiones a cambio de la prostitución de sus hijas, madres, primas o hermanas. Si es una niña, de 10 a 12 años, y virgen, los baccharas las venden sexualmente a $72.
Según un coordinador de una ONG local, Akash Chouhan, "cerca de un tercio de las mujeres que se prostituyen son menores de edad", cifra realmente lamentable considerando que actualmente existe una ley que protege a los infantes del abuso sexual en la India.