La rápida propagación de la epidemia de sarampión que afecta a Filipinas ha dejado 381 muertes en el primer trimestre del 2019, informó hoy el Departamento de Sanidad.
En ese periodo se reportaron casi 27 mil casos y la mayoría de las víctimas mortales fueron niños menores de cinco años que no estaban inmunizados, precisó la institución.
Durante los últimos meses los padres en este país asiático se han mostrado reacios a vacunar a sus hijos, después de complicaciones supuestamente relacionadas con una vacuna contra el dengue denominada Dengvaxia.
Los infantes que no sobrepasan el lustro de vida representan también más del 60 por ciento del total de infectados en la actualidad, agregó el departamento.
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Según las autoridades sanitarias filipinas, el número de personas que contrajeron el virus entre enero y marzo del 2019 se quintuplicó respecto al mismo periodo del año pasado, cuando se reportaron alrededor de cinco mil casos.
La situación es considerada grave en el área metropolitana de la capital Manila, con 13 millones de habitantes, donde se registraron cinco mil 586 contagios en el primer trimestre, más que en ninguna otra región de Filipinas.
Ante la gravedad y la rápida expansión de la epidemia, las autoridades sanitarias del país y la Cruz Roja impulsan una campaña masiva para inmunizar a unos cinco mil niños al día y así evitar el avance de la enfermedad.
En este sentido el gobierno impulsa también una operación de información para restaurar la confianza en las vacunas luego del escándalo de Dengvaxia.
La Dengvaxia fue un medicamento experimental contra el dengue que se aplicó extensivamente en escuelas entre 2016 y 2017 y provocó indignación en la población pues estuvo vinculada con la muerte de varios menores.
Estudios revelaron que la vacuna podría haber colocado a estudiantes que nunca tuvieron fiebre del dengue en riesgo de contraer un padecimiento más grave.
El sarampión es una enfermedad altamente contagiosa que se propaga fácilmente a través de la tos y los estornudos.